LONDRES.- Mientras se investigan acusaciones sobre una masacre en Haditha, la emisora británica BBC difundió ayer un video sobre una posible nueva masacre cometida por soldados estadounidenses.
Según la emisora, las imágenes corresponden a hechos acaecidos en marzo de 2006 en la ciudad de Ishaki, en el marco de los cuales fueron muertos "once civiles inocentes iraquíes".
En las imágenes pueden verse cadáveres de adultos y niños. La cinta fue conseguida por la emisora a través de un grupo extremista sunnita.
El Ejército estadounidense aseguró que estos hechos también serán investigados. Hasta el momento, las fuerzas militares estadounidenses y la policía iraquí han dado distintas versiones sobre lo ocurrido.
Según la Policía, el 15 de marzo de 2006 las tropas estadounidenses incursionaron en una vivienda de Ishaki, situada a 100 kilómetros al norte de Bagdad, y mataron a conciencia a las once personas que se encontraban en el interior. Entre las víctimas había cinco niños y cuatro mujeres. Posteriormente, las tropas incendiaron la casa.
En cambio, las fuerzas estadounidenses alegan que la operación militar tenía por finalidad dar con un partidario de la red terrorista Al Qaeda, que según un dato obtenido, se encontraba en esa vivienda. La incursión en la misma se decidió dado el intenso tiroteo iniciado en el marco de la operación. En consecuencia, se dio muerte al sospechoso de terrorismo, a dos mujeres y a un niño.
Acusaciones
Los soldados estadounidenses ya son blanco de acusaciones por una presunta masacre en Haditha. Según medios norteamericanos, la investigación que realiza el Ejército desde hace tres meses sobre el tema será concluida el próximo fin de semana.
De acuerdo con el informe de investigación, soldados estadounidenses intentaron ocultar el verdadero desarrollo de los sangrientos incidentes, señaló el "Washington Post".
Como primera consecuencia, el Pentágono ofrecerá una especie de curso básico de ética para todos los miembros de las tropas de coalición en Irak.
Con el intento de limitar rápidamente los daños, el Presidente estadounidense George W. Bush y la secretaria de Estado Condoleezza Rice hacen frente a las acusaciones de encubrimiento.
Si algo así ocurriese sería una enorme deshonra para los Estados Unidos, dijo Rice a la cadena CNN. Si las acusaciones se comprueban, los responsables serán sancionados, aseguró. "Esta es la forma en la que las democracias reaccionan ante circunstancias de este tipo", añadió.
Según testigos, soldados de la Marina estadounidense provocaron un baño de sangre el 19 de noviembre de 2005 en la localidad ubicada cerca de 200 kilómetros al noroeste de Bagdad. En el hecho murieron 24 personas, entre ellas mujeres y niños.
El Pentágono quiere aclarar con dos investigaciones si las acusaciones son verdaderas y si los efectivos quisieron ocultar las circunstancias en las que murieron los iraquíes, así como su participación en el incidente.
En un informe de investigación se señala que un suboficial de la Marina informó en primera instancia a sus superiores que 15 iraquíes murieron por la explosión de una bomba ubicada al borde de una ruta. Al recoger los cuerpos de las víctimas, un segundo equipo no advirtió que los mismos tenían heridas de bala.
Finalmente, un portavoz oficial explicó que los iraquíes perdieron la vida al quedar en medio de un tiroteo entre soldados e insurgentes. El informe llega a la conclusión de que la formación de las tropas estadounidenses en Irak es deficiente.