NUEVA YORK.- Un tercio de las grandes empresas estadounidenses y británicas espía las cartas que envían sus empleados, mientras el 33% de las compañías considera que sufrió algún daño en los últimos 12 meses por la difusión de información reservada.
Este es el cuadro de situación trazado por el informe anual elaborado por la empresa californiana "Proofpoint", en colaboración con Forrester Research.
"La preocupación principal -explicó Gary Steele, 'número uno' de Proofpoint, empresa especializada en la protección de e-mails de las grandes compañías- es distinguir entre información confidencial y no confidencial, que luego es enviada".
A todo esto se agregan los temores de tutelar la privacidad sobre noticias financieras como así también la identidad de los clientes.
El informe, del que emerge el creciente fenómeno del refuerzo por parte de las compañías de su equipo dedicado al monitoreo de los e-mails, se realizó en una muestra de 406 sociedades estadounidenses y británicas con más de 1.000 empleados.
Finalmente, un tercio de las empresas admitió haber despedido trabajadores en los últimos 12 meses por el uso impropio del servicio de e-mail, estimando que el 20% de los textos electrónicos contenían información riesgosa bajo el perfil legal y financiero.