TEHERÁN.- El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Manuchehr Motaki, se mostró dispuesto a estudiar la propuesta de las potencias nucleares consensuada en Viena y por ello su gobierno "acepta" la visita de Javier Solana, que llegará "en los próximos dos días" para exponerla.
Desde Bruselas, fuentes de la oficina del Alto Representante de Política Exterior de la UE confirmaron una "muy próxima" visita de Solana, sin confirmar la fecha, y recordaron que no será un viaje para negociar, sino para presentar, en nombre de la comunidad internacional, la propuesta acordada el jueves en Viena.
Pese a las palabras alentadoras de Motaki, ya ha habido otros altos cargos iraníes que han echado un jarro de agua fría ante las expectativas de una solución.
Así, el responsable de Seguridad y Política Exterior del parlamento, Alaeddin Boruyerdi, recordó hoy mismo que su país no suspenderá las actividades para producir combustible nuclear, es decir, el enriquecimiento de uranio, tal como lo exigen las potencias nucleares de Europa y EE.UU.
Precisamente la suspensión del enriquecimiento de uranio es lo fundamental de la propuesta europea: a cambio de que Irán la acepte, los países del Consejo de Seguridad más Alemania y la UE proponen a Irán un plan de incentivos que no han sido desvelados y serán los que Solana exponga en Teherán.
"Irán estudiará la propuesta (de las potencias nucleares) en el momento adecuado y luego anunciará sus puntos de vista al respecto", dijo Motaki a los periodistas.
En esa línea, dijo que su Gobierno "ha aceptado la visita" de Solana, para que éste presente lo que Motaki llamó "la propuesta europea".
No está muy claro cuándo podría viajar Solana a Teherán, porque tiene programado un viaje entre el domingo y el martes a Israel y los territorios palestinos, y además estas fechas son complicadas en Irán por celebrarse estos días el 25 aniversario de la llegada a Teherán del Ayatolá Jomeini, el fundador de la República Islámica.
Por su parte, el alto cargo parlamentario admitió que "el conjunto de ideas ofrecidas en (la reunión de) Viena deben ser estudiadas", pero añadió: "no hay por qué apresurarse para ofrecer una respuesta".