El ex Mandatario prometió hacer un gobierno austero y derrotar toda conducta abusiva. |
LIMA.— Alan García será el sucesor de Alejandro Toledo en la presidencia de Perú, de acuerdo a los primeros datos ofrecidos esta noche por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Según éstos, García obtuvo el 55,45% de los votos válidos, mientras que su oponente Ollanta Humala alcanzó el 44,54% en la segunda vuelta electoral.
La jefa de la ONPE, Magdalena Chu, afirmó en rueda de prensa que se han escrutado el 77,33% de los votos hasta las 21:07 horas (02:07 GMT).
García había obtenido 5.750.148 de votos, mientras que Humala había recibido 4.618.301. Se registró un 7,14% de votos nulos y 0,9% de votaciones en blanco.
Con estos primeros cómputos queda confirmada la victoria del ex Presidente García, quien gobernó Perú entre 1985 y 1990 y dejó al país sumido en una profunda crisis económica.
Pese a la victoria de Alan García, el socialdemócrata logró el triunfo en sólo nueve de los 24 departamentos del país, los más poblados, pero especialmente se llevó la mayoría de los sufragios en la codiciada Lima, que aglutina a una tercera parte del electorado.
Por su lado, el ex comandante Humala ganó en 15 departamentos del sur andino y la selva, las zonas más deprimidas y pobres de Perú, aunque también las menos pobladas.
Previo a los resultados oficiales, dos conteos rápidos de las firmas encuestadoras Apoyo y Datum anticiparon que García encabezará el gobierno peruano durante los próximos cinco años, adjudicándole entre un 52,7 y un 55,4 por ciento de los sufragios, respectivamente.
García: Peruanos rechazaron estrategia de Hugo Chávez
Ante esos datos extraoficiales, Alan García ofreció un discurso de victoria en las afueras de la Casa del Pueblo, de su partido APRA, al tomar en cuenta los resultados de proyecciones de conteos rápidos y encuestas a boca de urna que de manera unánime lo dieron ya como virtual ganador de las elecciones.
Aseguró que los votantes, al darle su apoyo, se pronunciaron "mayoritariamente a favor de la independencia de la soberanía nacional, derrotando el esfuerzo del señor Hugo Chávez (presidente de Venezuela) de incorporarnos a su estrategia de expansión del modelo militarista y retrógrado que ha pretendido implantar en Sudamérica".
"Perú ha dicho no a todo lo que sea injerencia internacional", añadió, al recalcar su postura de rechazo al Mandatario venezolano, que ha apoyado a lo largo de la campaña a Humala.
Chávez había advertido que en caso de que García ganara las elecciones rompería relaciones diplomáticas con Perú.
"Éste no es un cheque en blanco, estamos conscientes de que muchos peruanos votaron por la otra opción, y ellos serán tomados en cuenta", dijo García ante unos 20.000 seguidores que celebraron por anticipado su triunfo en las urnas.
"El gobierno que proponemos es un gobierno de concertación, coincidencia, diálogo y apertura", añadió emocionado.
Aún cuando García habló como un triunfador, continuamente aclaró en su discurso que esperaría la confirmación del organismo electoral oficial.
Prometió no defraudar a los peruanos
Al proclamar su victoria, el ex Presidente Alan García prometió no defraudar a los peruanos en esta segunda oportunidad, tras los errores cometidos en su primera administración.
Al dirigirse ante miles de seguidores, recalcó que el partido aprista deberá actuar con austeridad y honestidad, y prometió reiteradamente combatir toda conducta abusiva que en el pasado, dijo, fue "castigada" por el electorado.
El líder socialdemócrata enfrentará durante el quinquenio 2006-2011 el reto de devolver a su país el liderazgo en Sudamérica y derrotar a los fantasmas de su primera gestión.
El líder del histórico Partido Aprista Peruano (PAP) fue, con 36 años, el presidente más joven de América Latina, pero terminó su mandato con la economía peruana colapsada, tasas de inflación que evaporaron el poder adquisitivo de los peruanos y el descontento ante medidas catalogadas de "populistas".
Debió afrontar, además, el fortalecimiento de Sendero Luminoso y el momento más crítico de la prolongada guerra interna.
Durante la reciente campaña electoral, en medio de la cual cumplió 57 años, reconoció los errores del pasado, que achacó a su juventud de entonces, y remarcó que ha adquirido la madurez suficiente como para subsanarlos.
La primera vuelta del pasado 9 de abril le permitió recibir una nueva oportunidad de volver al gobierno, tras una lucha voto a voto con la conservadora Lourdes Flores, a la que dejó finalmente fuera de la carrera electoral por sólo 64.000 sufragios.
Sus principales propuestas han sido mantener la estabilidad del país, aprovechar la coyuntura económica mundial para colocarlo a la vanguardia del desarrollo en el Pacífico Sur y privilegiar el desarrollo de la agricultura para combatir la pobreza.
