GAZA.- La negociación entre las distintas facciones palestinas concluyó este lunes con un rotundo fracaso y sin que se pudiera lograr un acuerdo sobre el llamado "Documento de los prisioneros", informaron fuentes oficiales, por lo que habrá un plebiscito para definir la postura de la ANP sobre Israel.
Azam Al-Ahmed, jefe del grupo de Al-Fatah en el Parlamento palestino, anunció en Gaza que "el diálogo nacional palestino ha terminado" y que el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, ultima los preparativos para convocar un referendo con el que la población respalde su política de paz respecto del Estado judío.
El "Documento de los prisioneros", gestionado desde prisión por el líder de Al Fatah en Cisjordania, Maruán Barguti, contempla el reconocimiento implícito de Israel por parte de Hamas y limitar la lucha armada contra la ocupación a los territorios de Cisjordania y Gaza.
Abbas se reunió la noche de este lunes con los líderes de todas las facciones palestinas a fin de estudiar las últimas posibilidades para salvar la crisis política en la ANP, que se origina en sus divergencias con el Primer Ministro palestino, Ismail Haniye, del movimiento islámico Hamas.
Tras escuchar a los líderes de todas las facciones y hablar por teléfono con Haniye durante 40 minutos, el Presidente palestino llegó a la conclusión de que no queda otra salida que la consulta popular.
"El Presidente nos ha dicho que no le queda más remedio que convocar un referendo", afirmó Jalida Jerar, parlamentario del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), al salir de la reunión.
La decisión de Abbas se podría traducir el martes 6 de junio en una convocatoria de referendo para dentro de 40 días, si bien fuentes próximas a la Presidencia informaron que primero se aconsejará con el Consejo Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Los principales obstáculos a las negociaciones palestinas los ha puesto el Primer Ministro Haniye, quien se negó a aceptar el "Documento de los prisioneros", una propuesta con la que se quería poner fin al boicot internacional contra la ANP.
De esta forma, Abbas trata de que la comunidad internacional devuelva sus contribuciones a la ANP, y solventar la crisis humanitaria desatada desde la llegada al poder de los islamistas en marzo, tras su triunfo en las elecciones legislativas palestinas del pasado 25 de enero.