LIMA.- Ollanta Humala, el líder nacionalista que perdió la elección presidencial el domingo pasado, anunció que planteará al Presidente electo, Alan García, una firme fiscalización desde el Congreso sin descartar su apoyo a los movimientos sociales que quieran protestar.
Humala, quien tuvo alrededor de 47,5% contra 52,5% de García, con cerca de 99% de los votos escrutados, dijo hoy en conferencia con periodistas extranjeros que buscará fortalecer la unión de su alianza política, luego de que ayer se anunciaran algunas fisuras al interior de la misma.
A partir de allí, según dijo el líder político, "vamos a constituirnos en el principal bloque de oposición al gobierno, y no es pelear contra el señor Alan García, es defender los intereses del Perú, fiscalizar al gobierno, que cumpla lo que ha prometido".
Consultado sobre si la oposición se trasladaría a las calles, Humala indicó que "las circunstancias políticas determinarán el terreno de la oposición. Si es en el Congreso o en las calles, eso lo deberá determinar la realidad política".
De cualquier modo Humala, un militar retirado de 43 años, definió claramente que su oposición al nuevo gobierno -del que dijo que "para ser franco, no le tengo confianza"- sería hecha dentro del marco de la democracia. "Yo jamás he hablado de salirme del sistema democrático", dijo.
"No vamos a hacer ningún matrimonio ni convivencia política" con el APRA, partido del electo Alan García, aunque señaló que se pueden dar acuerdos sobre temas puntuales, entre los cuales citó una reforma de la Constitución, que fue planteada durante la campaña por los dos candidatos.
"Creo que hay que trabajar juntos el tema de una nueva Constitución o retornar a la de 1979 (que fue reemplazada por el gobierno de Alberto Fujimori)", me parece que es fundamental. En eso vamos a apoyarlo, dijo.
Mayoría
"Entre las dos bancadas tenemos la mayoría para hacerlo. Entonces no hay excusa. Si no lo hace quedará demostrado que está engañando al pueblo e inmediatamente nosotros vamos a tomar medidas, necesarias, democráticas, para obligar al señor a que cumpla su promesa", dijo.
"Creo que también está el tema de reducción (del precio) de los combustibles y el gas doméstico; para llevar agua y desagüe, titulación, postas médicas y comisarías a los asentamientos humanos. Y vamos a trabajar proyectos regionales. Si ahí encontramos buena voluntad de parte de ellos, trabajaremos juntos esos temas", subrayó.
Pero, reiteró, "no hay ninguna alianza política con el APRA, nos consideramos la primera fuerza de oposición en el país".
Si bien Humala perdió la elección presidencial, se constituyó en la principal bancada en el Parlamento unicameral de 120 miembros: 45 escaños, contra 36 del APRA, y el resto está distribuido entre fuerzas menores.
Eso le lleva a considerarse como el gran ganador de la elección, bajo la tesis de que su votación es "sólida", por provenir de personas convencidas de su proyecto, en contraste con los votos de García, que son "prestados" y de gente atemorizada, según dijo.
Pero analistas en el Perú advierten sobre la posibilidad de que esa fuerza de Humala -unida en una alianza entre Unión por el Perú (UPP) y el Partido Nacionalista Peruano (PNP)- no es tan sólida y que algunos de sus congresistas podrían deslizarse hacia el oficialismo.
De hecho el martes, Aldo Estrada, un miembro de UPP ya señaló que "Ollanta no es líder de nuestro partido", y que "los 19 congresistas de UPP (de los 45 de la bancada humalista) no irán al Parlamento a hacer una oposición terca u enfermiza contra el gobierno de Alan García".