BAGDAD/BRUSELAS.- Los cadáveres de 20 civiles iraquíes fueron descubiertos hoy al este de Bagdad, informó una fuente de las fuerzas de seguridad iraquíes.
Los cuerpos, que tenían sus manos atadas y heridas de bala, fueron descubiertos cerca de una mezquita en el distrito de Habibya, al este de Bagdad.
El ministerio del Interior iraquí negó el lunes que funcionarios de esa entidad hayan secuestrado a 50 personas de una empresa de viajes en el centro de Bagdad.
Quince de las 50 personas raptadas fueron localizadas y liberadas por fuerzas de seguridad iraquíes la semana pasada al oeste de la capital de Irak.
En tanto, cuatro civiles iraquíes murieron en la mañana de hoy en un fuego cruzado entre insurgentes y fuerzas norteamericanas cerca de Bakuba, a 60 kilómetros al noreste de Bagdad.
Testigos señalaron que las víctimas -un padre, sus dos hijos y su vecino- murieron en el distrito de Ghalibiya, tras un ataque insurgente contra militares norteamericanos, que respondieron el fuego con granadas de mortero.
Los proyectiles alcanzaron casas cercanas al lugar del combate, según testigos.
Asimismo, un soldado iraquí resultó muerto y otros tres quedaron heridos durante un ataque rebelde en la mañana de hoy, cuando custodiaban una planta petrolera al oeste de Kirkuk, a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad.
Una fuente de la policía iraquí señaló que hombres armados no identificados atacaron una planta petrolera a 45 kilómetros al oeste de Kirkuk, en la carretera Al Riyadh-Kirkuk, con lanzagranadas y ametralladoras.
En otro incidente, desconocidos mataron al hermano del gobernador de Mosul.
Una fuente de seguridad señaló que la noche del jueves, varios pistoleros dispararon contra Zoheir Mohammad Kasmoula, hermano del gobernador de Mosul, Dreid Mohammad Kashmoula, en el distrito de Tahrir de la ciudad, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Zoheir murió inmediatamente. El gobernador y sus familiares han sido objeto de varios intentos de asesinato en el pasado.
En tanto, una base británica fue atacada hoy con cohetes Katyusha por insurgentes en la ciudad de Amarah, a 400 kilómetros al sur de Bagdad. Inicialmente no se informó de víctimas.
El jefe militar británico en la región ha advertido a los habitantes de la zona que los ataques sólo demoran el proceso de traspaso de mando del aparato de seguridad de la ciudad a las autoridades locales.
En otro frente, desconocidos secuestraron hoy a un funcionario del ministerio del Petróleo, según una fuente de las fuerzas de seguridad de Irak.
La víctima, que trabajaba en el departamento de proyectos petrolíferos, fue raptada cuando salía de su trabajo para dirigirse a su casa, en el distrito Al Azemiya de Bagdad. Inicialmente no se dieron a conocer más detalles.