LOS ANGELES.- Las siamesas de padres mexicanos Renata y Regina, de 10 meses, fueron separadas tras una operación de 21 horas en Los Angeles, donde ambas permanecen graves pero estables en un centro de cuidados intensivos, indicaron este jueves sus padres y una portavoz del hospital.
La operación de separación terminó tres horas antes de lo programado, precisó Roberta Nichols, portavoz del Hospital de Niños de Los Angeles (CHLA).
Luego, en dos quirófanos separados, los médicos reconstruyeron las regiones del abdomen y las caderas de las hermanas Salinas Fierros, nacidas en agosto de 2005 en Estados Unidos.
Regina y Renata fueron transferidas al centro de cuidados intensivos. Las dos están en grave estado, pero estables, según Nichols.
Unos 80 miembros del equipo médico del CHLA participaron en la intervención.
La operación "implicaba dividir las bolsas que contenían los corazones, separar el hígado, dividir el diafragma. A continuación era necesario dividir lo que conectaba a las dos pequeñas (...) separar sus caderas, operar sus piernas y luego volverlo a cerrar todo", explicó el doctor James Stein, jefe del equipo, en una rueda de prensa el jueves al mediodía.
Las horas más complicadas
"Ver a las niñas despertarse y comenzar a responder nos complace a todos", dijo el médico, sin mostrar ningún triunfalismo ya que las 48 horas posteriores a la operación son cruciales.
"El cuerpo de las niñas recibió una agresión extrema, como pueden imaginar. Muchas cosas pueden ocurrir durante este período (de dos días). Pueden sangrar. Puede haber señales de infección, señales de problemas de tejidos", añadió.
"Prestamos especial atención durante las primeras 48 horas. También lo haremos las próximas semanas, pero cada día que pasa se reduce un poco el peligro", subrayó Stein.
"Era muy conmovedor verlas separadas esta mañana, cada una en una cama, era un verdadero milagro", declaró la madre de las gemelas, Sonia, de 23 años.
"Estamos muy contentos, pero desgraciadamente, Regina tendrá secuelas durante toda su vida", explicó por su parte el padre de las criaturas, Federico, de 36 años.