TOKIO.- Japón está estudiando reducir sus emisiones de gas que causan efectos de invernadero a través de la construcción de instalaciones en el país y en el extranjero para capturar y depositar el bióxido de carbón (CO2) subterráneo, según informó la prensa local.
La medida es conocida como tecnología de captura y depósito geológico de CO2 (CCS). Con esta tecnología, Japón espera reducir las emisiones de CO2 en 200 millones de toneladas anuales, una sexta parte de sus emisiones, con 100 millones de toneladas depositadas en Japón y en el exterior, respectivamente, manifestó el Ministerio de Economía, Comercio e Industria.
Esto se produce en momentos en que se esperan sean pronto establecidas normas internacionales para que la reducción de CO2 de los países en vías de desarrollo cuenten con la tecnología CCS de países desarrollados, según el diario Yomiuri Shimbun.
El Gobierno japonés planea encabezar los esfuerzos de investigación y construcción de las instalaciones con el fin de promover la tecnología CCS como uno de los principales métodos para reducir el CO2.
También intenta rebajar el costo de deshacerse de los residuos de CO2 a 3.000 yenes (un dólar equivale a 115 yenes) por tonelada.