PROVIDENCE, Estados Unidos.- Un hombre de 68 años recibirá más de 400.000 dólares con base en una demanda contra el fabricante de un injerto que lo dejó con una erección que no ha cedido desde hace 10 años.
Charles "Chick" Lennon recibió el injerto de acero y plástico en 1996, aproximadamente dos años antes de que saliera al mercado el medicamento contra la disfunción eréctil Viagra.
El injerto Dura-II estaba diseñado para permitir que el usuario provocara una erección artificial con el fin de poder tener relaciones sexuales y luego abatiera el pene a voluntad.
Por razones no aclaradas, Lennon no pudo colocar su pene hacia abajo de nuevo. Su abogado dijo que no podía retirársele el injerto por riesgos de salud, incluyendo una cirugía a corazón abierto a la que se sometió.
La falla hizo que Lennon ya no pudiera abrazar a otras personas, montar bicicleta, nadar o vestir trajes de baño, ya sea por el dolor físico que le causaba o por vergüenza. Su abogado, Jules D’Alessandro, agregó que su cliente se volvió una persona solitaria y que se sentía incómodo de frecuentar a sus nietos.
Lennon ganó un juicio contra el fabricante del dispositivo en el 2004 y un jurado le otorgó 750.000 dólares. Sin embargo, un juez consideró que el pago era excesivo y lo redujo a 400.000. El viernes, el Tribunal Supremo de Rhode Island confirmó el pago en una decisión sobre un detalle procesal.
El abogado que representa tanto al fabricante de Dura-II, Dacomed Corp., como a la aseguradora de la compañía, rechazó hacer comentarios. Dacomed ha insistido en que su injerto no tenía desperfectos.