Stacy Lemmens y Nathali Mahy desaparecieron la noche del 9 de junio. (Foto: Reuters) |
BRUSELAS.- Los cadáveres de Nathali Mahy, de 10 años, y de Stacy Lemmens, de 7, las dos niñas belgas desaparecidas desde hace 20 días, fueron hallados hoy por investigadores de ese país, dijeron fuentes cercanas al caso.
Ambas niñas, cuyos cuerpos fueron encontrados unos 20 metros uno del otro, habían desaparecido en Lieja en la noche del 9 al 10 de junio pasado.
El cadáver de Nathalie estaba en un colector de aguas lluvia, mientras el de Stacy fue hallado al levantar una tapa de desagüe.
Los investigadores no descartan que los cadáveres de las niñas pudieron haber estado en otro lugar y que hayan sido arrastrados por la fuerza de las aguas, tras las lluvias incesantes de los últimos días en la región.
Ambos cuerpos presentan igual grado de descomposición, lo que indica, al parecer, que la muerte ocurrió hace varios días.
La jueza de instrucción a cargo del caso, Pascale Goossens, indicó a la agencia Belga que habrá que esperar los resultados de la autopsia para establecer la fecha del deceso.
Las niñas habían sido vistas por última vez mientras jugaban en la calle cerca del bar "Armuriers", donde sus padres bebían unas copas con amigos, en un barrio popular de Lieja.
El sospechoso
El único sospechoso detenido por el momento es Abdelá Ait Ud, de 38 años, un hombre condenado anteriormente por violación de menores y que se encontraba en el "Armuriers" la noche de la desaparición de las niñas.
Este marroquí de 38 años se había presentado ante la policía tres días más tarde, y había sido inculpado por secuentro pese a haber negado los hechos en varios interrogatorios.
Su departamento fue registrado y se tomaron muestras de sangre y esperma, cuyos resultados definitivos aún no estaban disponibles este miércoles.
La situación recuerda los horrores del caso Dutroux, ocurrido una década atrás y el más siniestro de la historia del país, que terminó con la detención de Marc Dutroux, el "Monstruo de Charleroi", condenado a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato de cuatro chicas de entre 8 y 17 años.
El "Caso Dutroux" había comenzado precisamente en Lieja, a fines de junio de 1995, con la misteriosa desaparición de dos niñas de ocho años, Julie Lejeune y Melissa Russo, que jugaban cerca de sus casas en un barrio residencial de esta ciudad.