LA PAZ.- Unos 3,7 millones de bolivianos participarán este domingo en una votación para conformar la Asamblea Constituyente que se instalará en agosto venidero y, de forma paralela, decidirán en un referéndum sobre la implantación de un modelo de autonomía en los nueve departamentos del país.
"Son dos procesos con características inéditas", declaró a DPA el presidente de la Corte Nacional Electoral (CNE), Salvador Romero, al aludir a los comicios de este 2 de julio, que se convertirán en los cuartos que se registran en Bolivia en los últimos dos años.
Esta vez, se designarán los 255 representantes ante la Asamblea Constituyente, quienes procederán de las 70 circunscripciones regionales y de cada departamento (provincia).
"Es la primera vez que se elige con sufragio universal una Asamblea Constituyente que tiene como único fin redactar la Constitución", resaltó Romero.
El primer proceso de este tipo se registró en 1825 y permitió el nacimiento de Bolivia como república. Bajo la administración del presidente Evo Morales, la Constituyente que emerja de las urnas ahora tendrá la compleja tarea de "refundar" esta nación.
Los electores definirán, asimismo, si Bolivia -una república unitaria y centralista- se encamina hacia un gobierno de autonomías departamentales, al participar en una consulta popular.
Será éste un referéndum impulsado por iniciativa popular y se votará después del efectuado en julio de 2004 bajo el gobierno del entonces mandatario Carlos Mesa, cuando se consultó a la ciudadanía sobre temas puntuales de la sensible política del gas natural.
"Este es un referéndum que ha sido convocado a raíz de la recolección de firmas efectuada por las organizaciones cívicas de (la región de) Santa Cruz", puntualizó el organismo electoral, encargado de avalar las rúbricas que dieron luz verde a esta consulta.
Pero la votación de este 2 de julio no sólo significará la concreción de dos iniciativas promovidas desde los distintos sectores sociales, sino los primeros pasos hacia el diseño de una nueva Bolivia.
"Estamos en momento de fundación, de refundación del país. Aquí puede salir otra cosa, otro tipo de modelo político para la humanidad", sostiene el filósofo Javier Medina, quien considera que en la Constituyente boliviana se encontrarán "dos civilizaciones".
En esta Asamblea -al parecer de Medina- estarán de un lado "la civilización occidental, monoteísta, patriarcal, industrial" y, del otro, "la animística, orgánica, ecológica" de los indígenas, a partir de las cuales se deberá "confeccionar" la nueva estructura del Estado.
Para el presidente Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS, partido oficial) se trata de una oportunidad para "refundar" el país y acabar con la exclusión "de las mayorías", representadas por sectores indígenas, campesinos y de bajos recursos.
La oposición teme, en cambio, que sirva de instrumento para facilitar la reelección de Morales, quien se impuso en los comicios generales de diciembre pasado con un 53,7 por ciento de los votos.
También el oriente del país, representado por las regiones de Santa Cruz (este), Beni (noreste), Pando (norte) y Tarija (sur), apuesta por un cambio en el diseño de Bolivia, pero a partir de la polémica propuesta de autonomías.
El "sí" o el "no" en esta consulta dará la pauta para la instauración de este modelo, que es visto con recelo por algunos sectores del occidente boliviano, mientras en el oriente se vislumbra como la posibilidad de otorgar a los departamentos la potestad para el manejo de sus recursos y la elección de sus autoridades.
El organismo electoral confirmó que todo está listo para que los votantes acudan este domingo a las más de 20.000 mesas instaladas en todo el territorio nacional, desde las cuales se empezará a gestar -por la vía democrática- una nueva Bolivia.
