CIUDAD DEL VATICANO..- Benedicto XVI advirtió hoy de que en el corazón de los hombres "en lugar del amor evangélico reside a menudo el odio" y lamentó que en el mundo "se derrama continuamente sangre humana inocente".
El Pontífice hizo estas consideraciones durante la tradicional audiencia pública de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro ante varios miles de personas.
"Julio es un mes en el que tradicionalmente veneramos la preciosísima Sangre de Cristo. En el mundo se derrama continuamente sangre humana inocente", advirtió Joseph Ratzinger en polaco, tras saludar en ese idioma a los peregrinos procedentes de la patria del fallecido Juan Pablo II.
"En el corazón de los hombres, en lugar del amor evangélico reside a menudo el odio, en lugar del cuidado por el hombre, el desprecio y el resentimiento", continuó.
El Papa pidió la oración de los fieles "para que la humanidad contemporánea experimente la fuerza de la Sangre de Cristo derramada sobre la Cruz para nuestra salvación".
El Obispo de Roma dedicó la catequesis de hoy a la figura del apóstol Juan, destacó su "franqueza a la hora de confesar su propia fe" y llamó a los católicos a "estar siempre preparados a declarar con decisión" la "inquebrantable adhesión a Cristo, anteponiendo la fe a cualquier cálculo y cualquier interés".
Al término de la audiencia, Benedicto XVI recordó que en los próximos días se celebrará en Brasil un simposio sobre la salvaguardia de la naturaleza promovido por el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo I.
"Espero que tan importante iniciativa contribuya a promover un respeto cada vez mayor por la naturaleza, que Dios ha confiado a las manos laboriosas y responsables del hombre", concluyó.
La audiencia de hoy fue la última celebrada por Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro antes de irse de vacaciones, el próximo 11 de julio, a la región alpina del Valle de Aosta, la misma a la que solía acudir su antecesor Juan Pablo II y donde permanecerá hasta el 28 de julio.
