LONDRES.- La Iglesia Anglicana votó el sábado la posibilidad de ordenar mujeres como obispos, lo que marca un significativo paso de liberalización en una religión que además ha enfrentado el tema de la homosexualidad, pese a que podrían pasar años antes de que una mujer llegue a ese cargo.
Hace una década la Iglesia Anglicana permitió la ordenación de mujeres como sacerdotisas y, actualmente, una de cada seis párrocos son mujeres. Sin embargo, la iglesia mantuvo lo que los críticos denominaron "un techo de vidrio", que impedía que las mujeres ascendieran al rango de obispos.
En un sínodo realizado en la ciudad inglesa de York, las tres "casas" de laicos, sacerdotes y obispos votaron de manera abrumadora a favor de una moción que declaró que la ordenación de mujeres obispos era compatible con las enseñanzas de la Iglesia Anglicana.
"Esto significa que esto es consonante con la fe", dijo un portavoz del sínodo.
Pero mientras la votación resuelve la pregunta teológica, la Iglesia debe corregir sus reglas, un proceso que requiere de una mayoría de dos tercios y que podría tomar años.
Aquellos que se oponen a la ordenación de obispos mujeres han insistido en medidas de compromiso, como una propuesta que permitiría a las parroquias conservadoras separarse de las diócesis dirigidas por mujeres.
El tema ha sido uno de los muchos puntos a los cuales se oponen los más tradicionalistas.
La mayoría de los líderes de la Iglesia sostienen que si las mujeres pueden convertirse en sacerdotisas, ellas merecen alcanzar los grados mayores.
"Somos la única profesión que no tiene igualdad de oportunidades", dijo Canon Patience Purchas, un empleado retirado de la Iglesia Anglicana, quien ha realizado una campaña a favor de la ordenación de las mujeres como obispos.
"Es una pérdida no aprovechar a muchas mujeres capaces", puntualizó Purchas.