BAGDAD.- El Tribunal Penal Supremo iraquí, que juzga a Saddam Hussein y siete de sus asesores por el asesinato de 148 chiíes en 1982, escuchará mañana los alegatos de la defensa de los acusados, la última parte de un proceso iniciado hace nueve meses.
En la última sesión, celebrada el pasado 19 de junio, el fiscal general del Tribunal pidió la condena a muerte para Hussein y tres de sus principales colaboradores.
Una vez concluyan las alegaciones del equipo defensor, el juicio quedará visto para sentencia.
El fiscal Yafar Musaui pidió la ejecución de Sadam, de su hermanastro Barzan Hassan al Tikriti, el ex vicepresidente Taha Yasín Ramadán y el ex jefe del Tribunal Revolucionario Auad Bandar, considerados todos responsables de la muerte en 1982 de 148 chiítas en la aldea de Duyail, a 60 kilómetros al norte de Bagdad.
"Según el artículo 421 del Código Penal iraquí, la oficina del Fiscal solicita la pena máxima contra los acusados Sadam Husein, Barzán al Tikriti, Taha Yasín Ramadán y Auad Bandar por su responsabilidad criminal", dijo el fiscal Yafar Musaui en su intervención final.
Sin embargo, Musaui pidió conmutar la pena máxima por otras de prisión a tres de los acusados con el argumento de que cumplieron órdenes de sus superiores. Estos acusados son Ali Daih, Abdallah Ruie y su hijo Mizher Ruie.
El pasado miércoles, el primer ministro iraquí, Nuri Al Malikí, aseguró que Saddam Hussein será ejecutado "poco después de la sentencia del tribunal".
Al Malikí agregó que el juicio "no durará mucho tiempo y que su ejecución por los crímenes que cometió llegará poco después de la sentencia del tribunal".
Además, el depuesto presidente iraquí y varios de sus ex colaboradores serán juzgados a partir del próximo 21 de agosto por "genocidio" contra el pueblo kurdo, informó el Tribunal Penal Supremo Iraquí.
Los cargos se refieren a los ataques, incluso con armas químicas, lanzados contra el Kurdistán iraquí en la "campaña de Al Anfal" en 1987 y 1988, en los que fueron asesinados y desaparecieron miles de kurdos.