Grupos criminales han desatado una ola de violencia callejera. (Foto: Reuters) |
SAO PAULO.- Nuevos ataques aumentaron a siete los muertos en Sao Paulo (Brasil), en dos noches consecutivas de atentados atribuidos a grupos criminales que hace dos meses desataron una ola de violencia callejera y carcelaria que dejó 170 muertos.
El jefe de la Policía Militar, Eliseu Eclair Teixeira Borges, dijo que desde la noche del martes se registraron 106 ataques; más de la mitad de ellos dirigidos contra autobuses. Asimismo fueron blanco de atentados 15 bancos electrónicos, dijo Eclair citado por los medios.
Eclair dijo que de la noche del miércoles al jueves la cantidad de muertos subió a 7; uno más que el anunciado oficialmente el día anterior.
La ofensiva es atribuida al "Primeiro Comando de la Capital (PCC)", que opera desde los presidios y en mayo ordenó cientos de rebeliones carcelarias y atentados contra objetivos policiales y civiles, que dejaron al menos 170 muertos y llegaron a paralizar a Sao Paulo; el estado más rico y poblado de Brasil.
El servicio de autobuses era mínimo este jueves por miedo a nuevos ataques. Las terminales de pasajeros estaban vacías en la mañana, mientras miles de personas buscaban otros medios para llegar a sus locales de trabajo.
Las autoridades de Sao Paulo se reunieron con los empresarios de autobuses y acordaron que los vehículos serán vigilados por la Policia Militar, informó Eclair.
"Da la sensación que (esta ofensiva) quiso causar conmoción, pero no provocar una matanza", como la serie de atentados ocurrida del 12 al 19 de mayo, había dicho el miércoles el secretario de Seguridad del estado, Saulo Abreu.
Las acciones fueron cometidas a balazos, con bombas caseras o molotov, y en varios locales aparecieron manuscritos afirmando que la ofensiva se debía a "la opresión carcelaria".
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva dijo que el gobierno federal está dispuesto a ayudar al estado de Sao Paulo si este lo requiere. El ministro de Justicia, Marcio Thomas Bastos, discutirá el viernes el asunto con el gobernador paulista Claudio Lembo, dijeron fuentes del ministerio.