Foto: José Luis Rissetti / El Mercurio |
BEIJING.- Un grupo de 2.285 cantarines ciudadanos chinos fueron relevándose hasta lograr cantar sin parar 118 horas seguidas (casi cinco días), estableciendo un nuevo récord Guinness en el apartado de proezas humanas, informa hoy la prensa oficial.
Los cantantes se dieron cita en un centro comercial de la ciudad de Changsha, capital de la provincia central china de Hunan, para batir un récord que estaba fijado en 100 horas, según la agencia oficial Xinhua.
El último de los participantes finalizó su canción a las 18:00 horas (06:00 en Chile) del viernes, completando así las 118 horas mencionadas, dos más de lo inicialmente planeado.
Un canal de televisión local grabó todo el evento y enviará el vídeo a la oficina central del Guinness en Londres -ya muy familiarizada con chinos que quieren batir récords- para que la nueva marca sea homologada y publicada en el famoso libro.
Todos los participantes entonaron una canción completa, y no hubo dos melodías iguales, pues ambas condiciones eran necesarias para que el récord sea aceptado por los editores del libro británico.
Se autorizaba a que hubiera ligeras pausas entre canción y canción, pero éstas no podían exceder los 30 segundos, según las estrictas normas del Guinness.
Si la provincia de Hunan logra que su récord sea aceptado, no será la primera marca musical que consiga, pues en 2004 obtuvo el mayor conjunto de personas cantando al unísono: 100.000 voces entonaron a coro en esa región la canción folclórica "Río Liuyang".
Pero no sólo los récords relacionados con el canto despiertan el interés de los chinos, muchos de ellos ansiosos de figurar como sea en el libro Guinness.
Así, recientemente unos alfareros de este país elaboraron la sopera más grande del mundo, capaz de alimentar a 5.000 personas, y otros chinos lograron el récord al número de personas cepillándose los dientes al mismo tiempo (más de 10.000).
En los últimos meses se ha informado de que China construirá la noria más grande del mundo (160 metros de diámetro), y el país también presume de contar con la mujer más anciana del mundo (120 años), la más baja (79 centímetros) y la más alta (2,36 metros).
