SAN PETERSBURGO.- Los jefes de Estado y de Gobierno del G8 exigieron hoy en una declaración conjunta sobre Medio Oriente a Tel Aviv terminar sus bombardeos, y a Hezbollá y Hamas detener sus ataques contra Israel.
Al mismo tiempo, el G8 exigió la liberación de los soldados israelíes secuestrados.
El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pudo imponer en la declaración que la actuación israelí sea calificada de autodefensa. El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su colega francés, Jacques Chirac, lograron en tanto que el comunicado exhorte a Israel a ser moderado y sobre todo a evitar víctimas entre la población civil.
"En esta declaración condenamos la escalada de violencia. Deseamos una normalización de la situación y el cese del fuego en Franja de Gaza y Líbano", dijo Chirac.
Difícil negociación
La declaración se obtuvo tras difíciles negociaciones de tres horas y media. La canciller alemana, Angela Merkel, señaló en que con su decisión, el G8 demuestra "que no se dejará dividir". Según Merkel, la declaración muestra que el G8 no permitirá "que las fuerzas terroristas, y aquellos que las apoyan, desaten el caos".
El G8 espera la creación de una misión de observadores y seguridad bajo dirección de Naciones Unidas (ONU), aseguró Merkel, aunque no nombró plazos.
Frente a la pregunta de si hay reales posibilidades de paz en Medio Oriente, Merkel respondió: "Esperamos que eso se entienda".
La declaración del G8 señala, entre otros, que la crisis actual tiene su origen en el hecho de que fuerzas extremistas intentan desestabilizar la región, lo cual pone fin a las esperanzas de palestinos, israelíes y libaneses de paz y democracia.
También dice que Israel debe estar consciente de las consecuencias estratégicas y humanas que tiene el ejercer su derecho a la autodefensa.
Asimismo, se destacan los esfuerzos de Egipto, Arabia Saudita y Jordania por una solución en Medio Oriente. La declaración lamenta el creciente número de víctimas civiles entre las partes y los daños a la infraestructura.
