LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció que celebrará este 22 de julio sus primeros seis meses de gestión en su pueblo natal, enclavado en el altiplano del país, y sin anunciar cambios en su gabinete ministerial, que consideró "de lujo".
"El próximo 22 de julio cumpliré seis meses de Presidente y he decidido (...)evaluar los seis meses de gobierno, festejar los seis meses de gobierno en mi pueblo de Orinoca", anunció el Mandatario.
"Para mí sigue siendo un sueño, porque nunca había pensado, ni había deseado ser Presidente de la República", sostuvo.
Morales, quien participó en la sesión de honor por los 197 años de la gesta libertaria de la ciudad de La Paz, negó cambios en su equipo ministerial, así como eventuales diferencias con su vicepresidente, el sociólogo y matemático Alvaro García Linera.
"Un periodista estaba gritándome qué ministros se van a ir, qué ministros están por ser alejados del gabinete. Qué falso, son comentarios", señaló el jefe de Estado.
"Quiero decirles a aquellos que hablan de los ministros que éstos son de lujo y que apuestan al proceso de cambio. Mi respeto y admiración. Muchos de ellos profesionales podrían estar ganando muy bien, pero por su capacidad e intelectualidad les he pedido que se sumen a este cambio", afirmó, según la agencia estatal ABI.
Desvirtuó, asimismo, las versiones periodísticas que se referían a un eventual distanciamiento con su vicepresidente.
"Quisieran enfrentarnos, dividirnos y hacernos pelear, pero no habrá eso. Yo saludo al compañero Alvaro García Linera, del cual decía que somos como una yunta para arar, labrar, sembrar y cosechar la esperanza del pueblo boliviano juntos. Jamás nos separarán", dijo.
El pronunciamiento de Morales se produjo después de conocerse rumores de prensa que advertían sobre supuestos cambios en el gabinete, con la salida de al menos cuatro ministros.
La actual administración ha debido cambiar varios viceministros, algunos de ellos tras denuncias de haber incurrido en alguna falta.
El 22 de enero, Morales se convirtió en el primer indígena en llegar al poder en Bolivia, con una inédita votación en los comicios generales de diciembre del 53,7 por ciento.
El jefe de Estado, cuya aprobación se ubicó en 75% en junio pasado, puso en marcha el 1 de mayo un proceso de nacionalización de los hidrocarburos que le permitió devolverle al Estado el control de las reservas de gas natural y petróleo.
Además, ha promulgado medidas de austeridad que le permitieron reducir su sueldo en más de un 50 por ciento, así como de sus ministros y colaboradores. También el Congreso se sumó a esta medida.
En los comicios de este 2 de julio para Asamblea Constituyente, el Movimiento al Socialismo (MAS, partido de gobierno) se convirtió en la primera fuerza política del país, al conquistar 137 de los 255 escaños en disputa.