GINEBRA.- Más de un millón de personas podrían haber abandonado ya sus viviendas en Líbano, ya que "la ciudad de Beirut y el sur de Líbano han quedado prácticamente vacíos", afirmó hoy la portavoz de la ONU en Ginebra, Marie Heuzé, quien advirtió de que esa cifra aumentará si continúan los ataques israelíes.
"Es evidente que una parte considerable de la población de Líbano ha abandonado sus viviendas en los últimos días y que si la situación no evoluciona políticamente y si no hay un alto el fuego, habrá aún más gente", que abandone sus hogares, explicó Heuze durante una conferencia de prensa.
Según los datos de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA), que advierte de que el número de desplazamientos es muy difícil de calcular, al menos 30.000 personas han tenido que abandonar sus viviendas en el sur del Líbano, 8.000 de Sukún, 8.000 de Beirut, 7.000 de Molivon y 7.000 de Biblos.
Beirut, desde hace varios días sufre los bombardeos aéreos y marítimos israelíes, cuenta con 1,8 millones de habitantes.
La portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ginebra, Jemini Pandya, destacó igualmente la falta de cifras generales pero señalo que sólo el Gobierno de Sri Lanka calcula que "miles" de sus ciudadanos quieren salir del Líbano.
Por ello, Sri Lanka -que tiene 80.000 ciudadanos en Líbano- ha pedido ayuda a la OIM para que busque alojamiento seguro para esos "miles" de ceilandeses hasta que puedan ser evacuados a Siria o Jordania.
"Al igual que ese Gobierno, otros nos han pedido ayuda, como Filipinas, Bangladesh o Moldavia, pero es muy difícil saber cuánta gente necesitará de los servicios de la OIM, ya que la situación cambia por minutos", señaló la portavoz de la organización.
Agregó que la OIM ya se ha puesto en contacto con sus donantes para buscar fondos que permitan financiar sus operaciones de evacuación o alojamiento.
Está previsto que un equipo de la OIM llegue hoy a Líbano, después de haber pasado por Siria para calcular cuántos extranjeros han llegado ya allí y necesitan ser repatriados a terceros países.
La portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Christiane Berthiaume, también reconoció los problemas de las agencias de la ONU para contabilizar el número de desplazados al señalar que "en este momento es imposible cuantificarlos".
El PMA no tiene oficina en Beirut, por lo que ha desplazado un equipo, que llegará hoy a Damasco, para luego "llegar a la capital libanesa lo más rápido posible y evaluar exactamente cuáles son las necesidades alimenticias", al tiempo que hay personal de la agencia en Italia "preparada para viajar si es necesario".
Con respecto a la situación en Gaza, Berthiaume celebró la apertura el pasado 12 de julio de un corredor humanitario que ha permitido el envío de 750 toneladas de harina de trigo, a los que suman otras 2.000 toneladas que aún están en la frontera y que servirán para atender durante 20 días las necesidades de 220.000 personas, el 55 por ciento de la población no refugiada.
Según los datos del PMA, el 70 por ciento de la población palestina en los territorios ocupados sufre inseguridad alimentaria y no tiene más de ocho horas diarias de electricidad.