WASHINGTON.- Un hombre que asesinó a un recluso por no respetar su religión fue ejecutado hoy con una inyección letal en el estado de Virginia, se informó oficialmente.
Michael Lenz, de 42 años, falleció siete minutos después de recibir la inyección en el Centro Correccional de Greensville y luego de que el Tribunal Supremo de EE.UU. rechazara sus apelaciones y el gobernador de Virginia, Tim Kaine, le negara su clemencia.
Fuentes del Centro Correccional indicaron que Lenz declinó hacer una declaración antes de ser postrado en la camilla en que recibió la inyección.
Lenz y Jeffrey Remington fueron condenados a muerte por el asesinato a puñaladas de Brent Parker, quien participaba con ellos en un ritual de una religión nórdica llamada "Asatru" en la cárcel donde los tres cumplían condenas por diversos delitos.
Según manifestó Lenz durante el juicio, Parker no había tomado la religión en serio y "para proteger el honor de los dioses" tenía que ser castigado.
Lenz manifestó que también se sentía amenazado por Parker, quien cumplía una sentencia a 50 años de cárcel por asesinato.
Remington se suicidó en 2004 cuando esperaba su ejecución en un corredor de la muerte del estado.
En su petición ante el Tribunal Supremo de EE.UU., los abogados de Lenz alegaron que uno de los jurados había señalado que durante las deliberaciones algunos miembros del jurado habían consultado pasajes de la Biblia que respaldaban la pena de muerte.
Según los abogados, esas acciones habían negado a Lenz el derecho a un juicio justo e imparcial.
Sin embargo, el fiscal del condado de Augusta, Lee Ervin, que dirigió el caso contra Lenz dijo que éste merecía la muerte por la brutalidad con la que había atacado a Parker.
Según datos del Centro de Información de la Pena de Muerte, 1.035 asesinos han sido ejecutados en EEUU desde que el Tribunal Supremo restableció el castigo en 1976.