CASTEL GANDOLFO, Italia.- Benedicto XVI pidió hoy a "todos los responsables de la espiral de violencia" en Oriente Medio que dejen las armas, al tiempo que instó a los gobernantes y a las instituciones internacionales a "no ahorrar esfuerzos" para lograr el "necesario" cese de las hostilidades.
El llamado del Papa se produjo después de que Israel bombardeara esta madrugada un edificio de tres plantas en la localidad libanesa de Qaná, en el que según la Cruz Roja podrían haber muerto más de medio centenar de civiles, muchos de ellos niños.
La "cada vez más grave y trágica" situación en Oriente Medio muestra "que no se puede crear un nuevo orden y edificar una paz auténtica cuando se recurre al instrumento de la violencia", dijo el Pontífice ante miles de peregrinos desde su residencia estival de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.
Benedicto XVI denunció los "centenares de muertos, muchísimos heridos, una masa ingente de desplazados" que está causando el conflicto, "mientras en el corazón de muchos parece crecer el odio y la voluntad de venganza".
"En nombre de Dios me dirijo a todos los responsables de esta espiral de violencia, para que todas las partes depongan las armas inmediatamente", exhortó.
"A los gobernantes y a las instituciones internacionales -agregó- les pido que no ahorren ningún esfuerzo para obtener este necesario cese de las hostilidades y para poder empezar a construir, mediante el diálogo, una convivencia duradera y estable de todos los pueblos de Oriente Medio".
Joseph Ratzinger instó además a "continuar e intensificar" el envío de ayuda humanitaria a la población afectada por el conflicto y pidió a Dios que "conceda la paz a esa región y al mundo entero".
El renovado llamamiento del Papa sigue al que realizó el pasado domingo, cuando desde la localidad alpina italiana de Les Combes, donde pasó la primera parte de sus vacaciones estivales, pidió con fuerza el cese "inmediato" de los combates.
En los días posteriores insistió, conversando con medios locales, en la necesidad de alcanzar la paz en la región de Oriente Medio y aseguró que hará lo posible para "llegar a los oídos de los poderosos".
El Pontífice se trasladó desde Les Combes a Castel Gandolfo el pasado viernes.
