JERUSALÉN.- El ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, dijo hoy, en una sesión extraordinaria del Parlamento (Kneset), que Israel no aceptará un alto el fuego "inmediato" si no obedece a ciertas condiciones.
"Como hombre de paz, os digo que no se debe proclamar un alto al fuego inmediato sin acuerdos previos", dijo, en alusión a que Israel no lo aceptará si Hezbollá no devuelve a los dos soldados que sus milicianos secuestraron el pasado día 12 y si el Ejército libanés no despliega sus tropas en el sur del país.
El ministro israelí formuló sus declaraciones al comienzo de una sesión extraordinaria de la Kneset para debatir la crisis en el Líbano y Gaza, cuando el conflicto libanés entra en su vigésimo día. La sesión estuvo marcada por las protestas de diputados de la minoría árabe-israelí.
Israel, anticipó Peretz, aceptará el despliegue de una fuerza multinacional en la región fronteriza, en territorio libanés, para que pueda aplicarse la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el desarme de Hezbollá y que el Gobierno de Beirut imponga su autoridad en la frontera de 110 kilómetros con Israel.
"No hay cambios en nuestra posición. Las Fuerzas Armadas (Tsahal) seguirán sus operaciones contra Hezbollá, y puedo decirles que ya lograron neutralizar su capacidad para el lanzamiento de misiles tierra-tierra de largo alcance", dijo el ministro israelí.
"Esta es una guerra dolorosa pero triunfaremos", agregó el ministro, interrumpido por los legisladores de la minoría árabe, que lo llamaban "asesino" por la muerte ayer de al menos 57 libaneses en un ataque de la Fuerza Aérea en la aldea libanesa de Qaná.
"Estamos en una guerra para defender nuestros hogares, una guerra que se nos impuso, y estamos decididos a vencer", les contestó el ministro.
Peretz destacó que "no nos rendiremos al terrorismo" de los milicianos pro-iraníes de Líbano, "y tampoco a los palestinos", y "no permitiremos que la bandera de Hezbollá vuelva a flamear en la frontera" con el Estado libanés".
Al comenzar su mensaje, Peretz, líder del Partido Laborista, expresó su pesar por las víctimas de Qaná, y por las israelíes de Hezbollá, y por las de las batallas en el sur del Líbano.
"Cambiaremos la situación y llegaremos a la paz con el Líbano y también con la Autoridad Nacional Palestina (ANP)" pues "no hay mejor solución para estabilizar nuestra región que negociar", concluyó.
"El mundo debe saber que Israel no tiene ningún interés en una guerra con el pueblo libanés o con los palestinos sino con sus grupos terroristas, respaldados por Siria e Irán", afirmó Peretz, que recibió el respaldo del jefe de la oposición parlamentaria, Benjamín Netanyahu, líder del Partido derechista Likud.
Según la presidenta de la Kneset, Dalia Itzik, que expulsó a tres diputados árabes durante el mensaje de Peretz, la batalla contra los milicianos islámicos de Líbano "es una guerra entre los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad".