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Incierta la gravedad del padecimiento de Castro

El diagnóstico oficial que ofreció el mandatario fue de "estrés extremo" que le provocó "una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido".

01 de Agosto de 2006 | 05:02 | AP

Foto: EFE.
LA HABANA.- El anuncio de Fidel Castro, quien cedió provisionalmente el cargo presidencial a su hermano Raúl, abrió paso a un periodo de incertidumbre en Cuba y a una serie de celebraciones de sus enemigos en la Florida.

Dejó también sin resolver la incógnita de cuán grave es el padecimiento del presidente cubano.

Por primera vez en cuatro décadas al frente del gobierno cubano, el Presidente Fidel Castro dejó de manera provisional su cargo la noche del lunes tras someterse a una cirugía intestinal, señaló un mensaje firmado por el propio mandatario y leído en la televisión cubana por su secretario privado.

En Washington, Peter Watkins, vocero de la Casa Blanca, dijo que ellos monitorean la situación. "Nosotros no podemos especular sobre la salud de (Fidel) Castro, pero continuamos trabajando para el día que Cuba sea libre", manifestó.

Castro, quien está a punto de cumplir 80 años, indicó que durante varias semanas se mantendrá alejado tanto de sus funciones de gobierno como de líder del Partido Comunista de Cuba.

La televisión extendió su habitual programa informativo para dar a conocer una "Proclama" del comandante en Jefe al "Pueblo de Cuba".

Rápidamente apareció en pantalla el secretario privado de Castro y también miembro del Buró Político, Carlos Valenciaga, para dar lectura al comunicado del presidente.

La enfermedad

Según Castro el esfuerzo de su viaje a Córdoba, Argentina, donde asistió a una reunión cumbre del Mercosur y la agitación en torno a los festejos del 26 de julio, efemérides que celebra el aniversario del ataque al Cuartel Moncada, significaron para él "días y noches de trabajo continuo".

El diagnóstico que ofreció el mandatario fue de "estrés extremo" que le provocó "una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido", lo cual lo obligó a "enfrentar una complicada operación quirúrgica".

La situación lo retendrá varias semanas con "reposo" y "alejado" de sus múltiples ocupaciones, comentó el mandatario en su misiva, sin indicar nada sobre el resultado de la intervención quirúrgica o sus perspectivas.

No estaba claro cuándo ni dónde se realizó la cirugía, ni el lugar donde Castro se recuperaría.

Las hemorragias intestinales pueden ser serias y amenazar la vida, dijo el médico Stephen Hanauer, jefe de gastroenterología en los hospitales de la Universidad de Chicago.

Hanauer consideró difícil conocer la causa de la hemorragia de Castro sin saber qué parte del intestino está afectada.

Castro le cederá los poderes de su gobierno a su hermano Raúl, quien tiene 75 años.

El hecho inusitado se produce semanas después de una racha de los cíclicos rumores sobre la salud de Castro —tema resguardado como un secreto de Estado— y hasta de una supuesta muerte del barbudo líder.

Los reemplazantes

Por expreso mandato del dirigente, su hermano Raúl se hará cargo con "carácter provisional" como primer secretario del Partido Comunista y presidente del Consejo de gobierno, así como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La responsabilidad como promotor principal de la campaña de salud pública —antes también función del presidente— recaerá en José Ramón Balaguer; idéntica posición en cuanto a educación será compartida por Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo. Mientras el papel de impulsor de la revolución energética se asignará al vicepresidente Carlos Lage, expresó la misiva.

Eventos

Castro pidió a la población, al Partido Comunista y a todos los cuadros el mayor esfuerzo para no bajar el perfil a la Cumbre de los No Alineados, a realizarse entre el 11 y 16 de septiembre y que no debe ser suspendida.

Asimismo, pidió que los festejos por su cumpleaños 80 --el 13 de agosto--se pospongan hasta el 2 de diciembre, fecha en la cual se conmemora el desembarco de los rebeldes dirigidos por él en el yate Granma y el comienzo de la lucha guerrillera que lo llevó al poder en 1959.

Reacciones

En la calle la reacción al comunicado de Castro fue inmediata.

"Seguro que se va a recuperar", dijo Agustín López, de 40 años, un camarero en la Habana Vieja. "Aquí hay muy buenos doctores, y él es muy fuerte", agregó.

"Estamos muy tristes y bastante asombrados", afirmó Inés César, una jubilada metalúrgica, quien estaba discutiendo la noticia con sus vecinos. "Pero estamos también todos tranquilos: él va a estar bien", señaló.

Martha Beatriz Roque, opositora al gobierno cubano en La Habana, consideró que Castro debe estar grave para haber delegado el poder, aunque fuera temporalmente. Roque dijo que algunos disidentes temen ser objeto de represión durante un eventual cambio de gobierno, especialmente si las autoridades temen actos de desorden civil.

Su historia

Nacido en el oriente del país en 1926, Castro forjó un estado comunista a sólo 140 kilómetros de Estados Unidos y lidió por más de cuatro décadas con cada presidente norteamericano desde Dwight Eisenhower.

Con su robusto cuerpo, su barba poblada y su uniforme verde olivo, atravesó muchos de los más significativos hechos del siglo XX desde una crisis nuclear hasta el peor embargo de Washington a otro país.

Según dirigentes de la seguridad del Estado y él mismo, sobrevivió a unos 600 atentados contra su vida organizados por la CIA y los grupos anticastristas. En paralelo recibió la admiración y el cariño de millones de personas en todo el mundo.

Educado en colegios religiosos, se casó —la única vez que lo hizo público— en 1948 con Mirta Díaz Balart, con quien tuvo a Fidelito en 1949. Muchos amores se le atribuyeron entonces e incluso algunos descendientes.

Precisamente en su discurso del 26 de julio bromeó sobre su salud y aseguró que aunque no piensa llegar a los 100 años "luchará" hasta el último día de su vida para seguir adelante con la revolución.

Al otro lado del estrecho de la Florida, en Miami, numerosos exiliados salieron a las calles, donde agitaron banderas blancas, en la Calle Ocho de la llamada Pequeña Habana. La multitud coreó: "Cuba, Cuba", mientras los automovilistas hacían sonar las bocinas de sus vehículos.
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