La disidencia cubana en Miami, festejó anoche las noticias de la enfermedad de Castro. (Foto: AP) |
SANTIAGO.- Como una oportunidad histórica que abrirá las puertas a un cambio radical en el sistema, calificó hoy la disidencia cubana en Miami la enfermedad que alejó del poder, momentáneamente, al líder comunista de Cuba, Fidel Castro.
La
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), la organización más grande del exilio cubano que congrega a unos 50 mil isleños, reconoce estos hechos como una ocasión real para que, desde el corazón de la disidencia en La Habana, comience el derrumbe del régimen castrista, que acumula 47 años en el poder.
Ese sentimiento se refleja en las palabras de Omar López Montenegro, director de derechos humanos de la organización, quien desde Miami aseguró a Emol que el anuncio de ayer "cambia el significado de las cosas".
"Hacemos un llamado a todas las personas que están en condiciones en Cuba de ejercer algún tipo de poder político, a que aprovechen ésta oportunidad histórica para concederle al pueblo cubano la libertad que necesita, merece y le corresponde", afirma el exiliado cubano, con el mismo énfasis que asegura que "el mito de Fidel Castro se derrumbó".
Pese a que recibió la noticia con "cautela y prudencia", López sostiene que mantienen contacto con líderes opositores en La Habana, quienes les han confirmado el ambiente enrarecido que se vive en la isla.
Omar López Montenegro. (Foto: canf.org) |
"En La Habana hay un compás de espera, se ven policías vestidos de paisanos, cosa que hacen para evitar que las cámaras internacionales capten la presencia uniformada en las calles, hay un ambiente de tensión", explica antes de mostrarse confiado en que el sucesor provisional de Castro, su hermano Raúl, no será capaz de continuar con la dictadura.
"No creo que este esquema pueda sostenerse por mucho tiempo. Raúl Castro no inspira el respeto ni induce el miedo que era capaz de generar Fidel Castro, cuya era se termina con la declaración de ayer", afirma.
El exiliado dirigente, que lleva 12 años viviendo en Miami, insiste en que el día de ayer marcó "un fin de la visión del sistema de esta mitología del hombre invencible que nunca se muere, que todo lo controla, que todo lo sabe".
Incluso se atreve a avizorar un futuro de democracia en la isla caribeña. Según afirma, su organización está dispuesta a trabajar "con cualquiera que no sea Fidel, que no sea un Castro, que no tenga las manos manchadas con sangre, para propiciar este cambio hacia la democracia en Cuba".
En dicho futuro, agrega, está abierta la posibilidad de que exiliados cubanos regresen a su hogar. "Hay mucha gente con interés en regresar a Cuba", apuntó.