El Primer Ministro libanés, Fuad Saniora emitió un comunicado con las cifras. Foto: EFE. |
BEIRUT.- El Primer Ministro libanés, Fuad Saniora, afirmó el jueves que más de 900 libaneses han muerto y 3.000 han resultado heridos por la ofensiva israelí iniciada el 12 de julio.
"Un tercio de los muertos son niños menores de 12 años", detalló. Agregó que los combates "están tomando un enorme costo en vidas humanas e infraestructura, y han devastado totalmente nuestro país y nuestra economía".
Saniora hizo sus declaraciones a través de un comunicado audiovisual difundido durante una sesión de emergencia en Malasia de la Organización de la Conferencia Islámica, integrada por 56 países.
Previamente se había estimado en Líbano las bajas de 477 civiles, 25 soldados y 46 insurgentes de Hezbollá, para un total de 548. Por su parte, el ministerio de salud había hablado hasta de 750 muertes en ese país, incluyendo los desaparecidos o sepultados entre los escombros.
Del lado israelí las autoridades reportan 37 soldados y 19 civiles caídos desde que comenzaron los enfrentamientos.
Israel retomó los ataques aéreos en suburbios del sur de Líbano a primera hora del jueves, luego de que los cohetes lanzados por Hezbollá llegaran más lejos que nunca dentro su territorio.
En Taibeh, a menos de cinco kilómetros de la frontera, un misil de Israel cayó sobre una casa, matando a los tres miembros de la familia que la ocupaban, reportaron autoridades libanesas. Testigos comentaron que La Cruz Roja no podía entrar a Taibeh dado los incendios allí desatados.
Buscando una solución
Mientras, los esfuerzos diplomáticos fallaron nuevamente cuando Naciones Unidas canceló una reunión entre países que podrían contribuir con una fuerza de estabilización, alegando que ello no tenía sentido antes de establecer un plan efectivo para la paz.
El primer ministro de Malasia, Abdullah Ahmad Badawi, cuestionó al Consejo de Seguridad por no tener "el coraje moral para condenar a Israel", al abrir, como anfitrión, la sesión de emergencia.
"Naciones Unidas no ha sido capaz de hacer mucho excepto tratar de organizar la distribución de ayuda humanitaria", agregó Abdullah. "No se avizora fin" para el conflicto.
Los enfrentamientos continúan
En tanto en Beirut, testigos afirmaron que al menos cuatro misiles cayeron sobre Dahieh, un sector chiíta que ha sido muy golpeado desde el comienzo de los enfrentamientos entre Israel y la guerrilla Hezbollá.
Hezbollá lanzó el miércoles la cifra récord de 210 cohetes contra poblaciones en el norte de Israel, matando al menos a una persona e hiriendo a otras 17, dijo la policía. Con esos ataques, el grupo suma más de 2.000 cohetes contra Israel.
Hezbollá dijo que lanzó un cohete Jaibar-1 cerca de Beit Shean. Israel confirmó el ataque. Según los israelíes, ese tipo de cohetes son de fabricación iraní.
Beit Shean se halla a unos 70 kilómetros al sur de la frontera con Líbano. Un cohete alcanzó la semana pasada la población de Afula, situada a 20 kilómetros al norte. Se informó que ese tipo de cohetes tienen mucho más largo alcance que los centenares de misiles Katyusha lanzados hasta ahora contra Israel.
La intensidad de los combates, la determinación de los israelíes para seguir luchando y los mínimos avances diplomáticos para lograr un cese al fuego inmediato indican que en un futuro cercano es más probable que la guerra se incremente en lugar de concluir.