LA PAZ.- El presidente Evo Morales, quien llegó al poder hace siete meses con la promesa de cambios estructurales para sacar a Bolivia de su crónica pobreza, expresó estar "cabreado" (molesto) por la lentitud de sus planes y anunció medidas para acelerar las inversiones.
Al cabo de dos días de autoevaluación gubernamental, durante los cuales compartió informes y críticas con casi un centenar de funcionarios, entre ellos el vicepresidente Álvaro García, ministros y viceministros, el gobernante indígena identificó a la burocracia como uno de sus mayores obstáculos.
"Estamos cabreados en el tema de la burocracia", dijo Morales, citado por la agencia gubernamental de noticias ABI.
Para tratar de acelerar los cambios, anunció que en los próximos días el gobierno presentará un proyecto de ley para "desburocratizar" la licitación y la aprobación de proyectos y ratificó un ambicioso plan de desarrollo que prevé inversiones públicas por 12.600 millones de dólares hasta el año 2011.
Morales ha enfrentado dificultades administrativas y obstáculos operativos para efectuar los cambios prometidos como clave para "descolonizar" al país más pobre de Sudamérica y acelerar su crecimiento.
Dentro de las dificultades del gobierno está la nacionalización de los hidrocarburos, decretada por Morales en mayo como parte de una política de recuperación del control estatal sobre los recursos naturales.