BAGDAD.- En el inicio de su segundo juicio el lunes, Saddam Hussein se negó a declararse culpable o inocente en relación a las acusaciones de genocidio y crímenes de guerra en una ofensiva contra los kurdos entre 1987-88.
El nuevo caso contra el ex Presidente iraquí, y otros seis coacusados, está relacionado con la muerte de decenas de miles de personas durante la ofensiva iraquí conocida como "Operación Anfal".
Los fiscales están pidiendo la pena de muerte, aunque el juicio no toma en cuenta el episodio más tristemente célebre, el ataque con gas venenoso contra la localidad kurdo iraquí Halabja, donde murieron un estimado de 5.000 personas en marzo de 1988. Ese hecho está siendo investigado por otro alto tribunal.
Saddam se presentó desafiante el lunes ante el juez, luciendo un traje negro y una camisa blanca. Cuando el juez Abdullah al-Amiri le pidió que se identificara al ser el primer acusado llamado, respondió: "Tú me conoces".
Enseguida agregó que estaba siendo juzgado bajo "la ley de la ocupación". Finalmente se identificó como "el presidente de la república y comandante en jefe de las fuerzas armadas".
Previamente Saddam fue juzgado por la matanza de 148 chiítas en la localidad de Dujail, a unos 60 kilómetros al norte de Bagdad, luego de un fallido intento de asesinato en su contra en 1982.
El veredicto de primer ese juicio, que terminó a finales de julio, será anunciado el 16 de octubre.
El segundo juicio se lleva a cabo en la misma sala donde se realizó el primero, que duró meses y sufrió varias interrupciones y sabotajes por parte de Saddam y sus otros siete coacusados.