LONDRES.- Once de los 23 sospechosos que permanecían detenidos por un supuesto complot para derribar aviones en pleno vuelo entre el Reino Unido y EE.UU. fueron acusados hoy formalmente de delitos terroristas, anunció la Fiscalía británica.
En una comparecencia ante la prensa en la que no se admitieron preguntas, el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, subcomisario Peter Clarke, subrayó la "inmensa" magnitud de la investigación, y dijo que las pesquisas "se extenderán por todo el mundo".
La jefa de la división antiterrorista de la Fiscalía del Reino Unido, Susan Hemming, precisó que ocho de los sospechosos están acusados de "conspiración para asesinar" y del nuevo delito de "preparación de actos terroristas" previsto en la ley de 2006.
Se trata de Ahmed Abdulah Ali, de 25 años; Tanvir Husain, de 25; Umar Islam, de 28; Arafat Waheed Khan, de 25; Asad Ali Sarwar, de 26, Adam Jatib, de 19; Ibrahim Savant, de 25; y Waheed Aman, de 22.
Otros tres detenidos el pasado 10 de agosto han sido acusados en virtud de la Ley Antiterrorista del año 2000, entre ellos una de las dos mujeres arrestadas por el complot y un joven de 17 años denunciado por la posesión de material diverso que podría ser utilizado para la preparación o ejecución de atentados terroristas.
Cossar Ali, de 27 años y acusada de no facilitar información de utilidad para prevenir actos terroristas, había instruido a su abogado para que presentara hoy una solicitud de revisión del caso por considerar que su detención era contraria a la ley.
La otra mujer fue liberada sin cargos, mientras que los once sospechosos restantes permanecerán bajo custodia policial y sometidos a interrogatorios, añadió la representante Fiscalía.
Está previsto que las once personas contra las que se han presentado cargos comparezcan mañana ante el tribunal de Belmarsh, en las afueras de Londres.
Investigación de gran magnitud
Para dar idea de "la magnitud y complejidad" de la investigación, el subcomisario de Scotland Yard reveló que la policía ha llevado a cabo 69 registros en viviendas y establecimientos comerciales, vehículos y espacios públicos.
En las redadas, los agentes han hallado también material destinado a la fabricación de explosivos, incluidos componentes eléctricos y sustancias químicas, como peróxido de hidrógeno.
La policía ha encontrado también más de 400 ordenadores, doscientos teléfonos móviles y 8.000 artículos electrónicos de distinto tipo, como CD y DVD, entre ellos grabaciones en las que supuestos terroristas anuncian su voluntad de cometer atentados suicidas.
Los expertos policiales han obtenido hasta ahora de los ordenadores confiscados un total 6.000 gigabytes de datos que la policía tendrán que examinar, añadió el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard.
Clarke consideró que la investigación "meticulosa" de todo ese material requerirá muchos meses, y garantizó que "todos los datos serán analizados".
Tras avanzar que la policía británica recurrirá a todo tipo de pruebas forenses en la investigación, insistió en que la amenaza terrorista "es real, mortífera y duradera".
El pasado 10 de agosto, la policía británica detuvo a 24 personas -todas británicas y la mayoría de origen paquistaní-, y anunció que había abortado una conspiración para causar una masacre sin precedentes sobre el Atlántico.
Los supuestos terroristas pretendían, según la policía, introducir por separado explosivos líquidos en diez aviones que cubrían la ruta entre el Reino Unido y Estados Unidos para mezclarlos en pleno vuelo y hacer estallar los aviones.