Según testigos, la niña salió delgada y pálida de su encierro. (Foto: AFP). |
VIENA.- El análisis de ADN practicado a la joven Natascha Kampusch, encerrada durante más de ocho años en un escondite subterráneo debajo del garaje de una casa en la afueras de Viena, confirmó definitivamente su identidad, informaron fuentes de la investigación.
La joven logró escapar de su captor el pasado miércoles y se refugió en la casa de una vecina en la localidad de Strasshof, al norte de la capital austríaca.
Antes de conocer los resultados de los análisis de ADN, Natascha ya había sido identificada por sus familiares, luego de que éstos verificaran la presencia de una cicatriz detrás de su oreja.
La prensa austríaca publica hoy nuevos detalles sobre la fuga de la joven, secuestrada el 2 de marzo de 1998 cuando se encontraba camino a la escuela en un barrio de Viena.
Natascha se encontraba limpiando el pasado miércoles con una aspiradora el automóvil de su secuestrador, Wolfgang Priklopil, en el garaje cuando éste atendió su teléfono y se alejó unos metros de su víctima para escuchar mejor.
La joven aprovechó ese momento para salir corriendo del garaje, cuya puerta estaba abierta, y refugiarse en el jardín de una vecina.
"Tiene Usted un periódico viejo del año 1998", fue la primera pregunta que le hizo Natascha a la vecina en un intento de dar a conocer su identidad.
Cuando Priklopil se dio cuenta que Natascha había huido, se subió a su automóvil para ir en su búsqueda, que resultó frustrada y terminó con su suicidio tras echarse bajo las vía de un tren de cercanías al norte de la capital austríaca.
Interrogatorios continuarán el lunes
El secuestrador obligaba a la niña a decirle "mi amo y señor". (Foto: AP). |
La ministra del Interior, Liese Prokop, anunció hoy que los investigadores darán a Natascha un descanso por lo menos hasta el lunes en los interrogatorios para esclarecer las condiciones de su secuestro, que ha conmocionado no sólo a la república alpina, sino a toda Europa.
La ministra rechazó acusaciones surgidas en los últimos días de que la policía austríaca no hubiese hecho todo lo que estuviera a su alcance para detener al secuestrador ya hace ocho años.
De hecho, su búsqueda supuso la mayor operación de la posguerra en Austria para hallar a una persona desaparecida.
Priklopil fue incluso interrogado por los agentes de la policía como sospechoso, pero finalmente fue descartado por la falta de indicios y por carecer de antecedentes penales.
La policía también investiga si pueda haber habido cómplices en el secuestro de la joven y su posterior encierro.