MOSCÚ.- Tres universitarios rusos son los responsables del atentado que terminó con la vida de siete asiáticos en uno de los mercados más concurridos de Moscú, en lo que ya fue calificado como el "primer atentado terrorista racista" de la historia del país.
"No se trata de un ataque espontáneo con un bate o con un cuchillo, sino de una táctica terrorista premeditada para matar extranjeros. Nunca había ocurrido antes", denunció Lev Ponomariov, presidente del grupo "Por los Derechos Humanos".
La explosión ocurrió en el mercado de abastos Cherkízovski, donde la mayoría de los dependientes son caucásicos, centroasiáticos (uzbekos y tayikos), chinos y vietnamitas.
Los autores de la matanza confesaron que eligieron ese mercado porque "había demasiados asiáticos", minoría étnica que "les repugna profundamente".
Con este atentado, en lo que va del año ya son 29 los extranjeros asesinados, mientras que otros 208 han resultado heridos por ataques racistas.
Además de la magnitud, lo que diferencia a este atentado de anteriores crímenes es que éste no fue cometido por neonazis marginales, pues los responsables son estudiantes universitarios, de entre 18 y 20 años de edad.
Los extremistas se desplazaron en metro hasta el mercado y colocaron la bomba, al interior de una bolsa, en el café Atlantis, administrado por un vietnamita, que 55 segundos después quedó reducido a escombros.