BAGDAD.- El derrocado Presidente de Irak Saddam Hussein volverá el lunes a presentarse ante una corte en Bagdad para enfrentar los cargos de genocidio por el asesinato de decenas de miles de iraquíes kurdos en 1988.
La reanudación del caso en el quinto aniversario de los ataques a ciudades estadounidenses el 11 de septiembre se da después que un informe presentado por el Senado de Estados Unidos la semana pasada dijo que no había relación entre Saddam y la red Al Qaeda, pese a los reclamos del Presidente George W. Bush.
Funcionarios de la administración Bush apuntaron a supuestos contactos entre Saddam y Al Qaeda para ayudar a justificar su caso antes de la invasión en marzo del 2003.
En la última audiencia del caso Anfal hace tres semanas, habitantes kurdos le dijeron a la corte cómo las familias habían caído en los brazos de otras después que aviones bombardearon las aldeas de las montañas con armas químicas en una campaña militar que los fiscales calificaron de "bárbara".
Saddam, su primo Ali Hassan al-Majid -conocido como 'Ali el Químico'-, y cinco ex comandantes, afrontan acusaciones de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por su rol en la campaña Anfal, que el fiscal en jefe dijo que dejó 182.000 personas muertas o desaparecidas.
Saddam, quien espera una posible sentencia de muerte por otro caso que involucra la muerte de chiítas, afronta un cargo adicional de genocidio, al igual que Majid. Los principales cargos en Anfal acarrean la pena de muerte.
Los defensores sostuvieron que los ataques militares eran acciones legítimas contra los iraquíes kurdos que peleaban con los chiítas de Irán contra el gobierno sunita liderado por Saddam.
