HUNTSVILLE.- Un hombre que se declaró culpable de matar a su tío a puñaladas y golpes fue ejecutado el martes.
Antes de que un jurado lo condenara a muerte en 1993 por ese asesinato, Farley Charles Matchett también se había declarado culpable de matar a una mujer de 74 años y lesionar gravemente a otra de 91, ambas con un martillo, en los días previos a la muerte de su tío.
La ejecución fue la número 21 en lo que va del año en Texas, el estado que con mayor frecuencia aplica la pena capital.
Las pruebas revelaron que Matchett robó un auto y fue a Houston, donde mató a su tío Uries Anderson, de 52 años, porque éste le reprochaba el consumo de cocaína.
En una página de internet dedicada a su caso, Matchett alegó que mató a su tío en defensa propia. La autopsia reveló que la muerte de Anderson no se produjo en la forma descrita por su matador.
En sus últimas palabras, Matchett, de 43 años, expresó amor por su familia y deseó que la familia de su víctima hallara "la paz en sus corazones" con su muerte.
