Hoy el Papa Benedicto XVI concluye su visita a Alemania. (Foto: EFE) |
FREISING, Alemania.- En su último día de estancia en Alemania, el papa Benedicto XVI se reunió hoy con sacerdotes y diáconos en la catedral de Freising, ante los que reconoció la escasez de curas, les animó a proseguir con confianza su ministerio y les pidió "disciplina y constante renovación interior".
En la catedral de Freising, a unos 50 kilómetros de Munich, donde él fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951 y acompañado por una treintena de sacerdotes que se ordenaron con el aquel mismo día, Benedicto XVI volvió a echar mano del discurso pronunciado en la localidad de Altoetting: las mieses son muchas y hacen falta "obreros" y Cristo ve el mundo como el "campo de Dios en el que madura una buena recolección y hacen falta segadores".
El Pontífice manifestó que el sacerdote debe estar en "plena sintonía" con Cristo, debe dedicar su vida, "sin reservas" a la Iglesia y a los hombres y dar ejemplo.
Sólo así, precisó, el Papa pueden implicar a otros hombres "en el trabajo por el Reino de Dios".
El Obispo de Roma agregó que los sacerdotes y diáconos son los "servidores" de la palabra, los portavoces que anuncian a Dios.
Benedicto XVI les dijo que deben superarse día a día, entregar sus vidas con serenidad, aprender a renunciar y a aceptar el dolor.
"La entrega generosa a los demás no es posible sin la disciplina y la constante renovación de una vida interior llena de fe. La eficacia de la acción pastoral depende, en definitiva, de la plegaria, de lo contrario el servicio es nulo", subrayó el Papa.
Continuación del mensaje
Las palabras de hoy del Papa son la continuación de las pronunciadas el pasado día 11 en Altoetting, otra localidad donde pasó parte de su juventud, donde reconoció la escasez de sacerdotes y dijo que América Latina y Africa esperan "heraldos" que lleven el Evangelio de la paz y que "las mieses" (fieles) podrían ser muchas más en Occidente y Rusia si hubiesen más "obreros" (curas).
"Sabemos que el Señor busca obreros para sus mieses, la mies es mucha y los obreros pocos. En el llamado Tercer Mundo -América Latina, Africa y Asia- la gente espera heraldos que lleven el Evangelio de la paz, el mensaje de Dios. Pero también en el llamado Occidente, aquí en Alemania como en la vasta Rusia, la mies podría ser todavía más, pero faltan los hombres que estén dispuestos a convertirse en obreros del Señor", afirmó el papa Ratzinger.
El Obispo de Roma imploró a Dios que "mire al mundo", "se compadezca" y envíe "obreros, después de afirmar que el mundo vive horas "atribuladas" y necesita de mensajeros del Evangelio, de testimonios y de personas que indiquen el camino hacia la vía de la abundancia.
Según datos de la Iglesia Católica, los sacerdotes son cerca de 400.000.
Desde la catedral de Freising, un edificio de 1205, Benedicto XVI se trasladó al aeropuerto de Munich, para emprender regreso a Roma.