Los aspirantes a la presidencia de Brasil dispondrán de dos horas y diez minutos para responder las preguntas de los periodistas.
EFESAO PAULO.- Con puntualidad y un poco nerviosos, los dos candidatos a la Presidencia de Brasil, el Mandatario Luiz Inacio Lula da Silva y su contrincante, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, llegaron esta noche a los estudios de una red nacional de televisión donde se verán cara a cara por primera vez en un debate.
Alckmin, a bordo de un taxi, llegó primero y afirmó a los periodistas que hablará de "todas las cosas que le interesan al pueblo de Brasil" y que "no hay país del mundo que avance sin acabar con la plaga de la corrupción".
Minutos después llegó Lula, en una caravana de tres autos negros y con agentes de seguridad de la presidencia, y aseguró al enjambre de reporteros que "no hay ni ataque ni defensa, aquí hay un debate".
El debate fue organizado por la red Band en sus estudios de la ciudad de Sao Paulo y está previsto que se extienda dos horas y 10 minutos, repartidos en cinco bloques con preguntas a los candidatos tanto por parte del moderador, como de periodistas de la cadena y de los propios adversarios.
El encuentro de los dos aspirantes no tiene precedentes puesto que desde que se instauró la democracia en 1985 y la reelección en 1998 nunca antes un candidato a la reelección había acudido a un debate televisivo, dijo Paulo Saad, directivo del grupo Bandeirantes, al que pertenece la Band.
Al asegurar que los debates en televisión no eran encuentros para discutir ideas, sino ocasiones para atacar a su gobierno, Lula, de 60 años, estuvo ausente de los cuatro foros organizados por distintas cadenas durante la campaña para las elecciones del 1 de octubre.
Alckmin, un anestesiólogo de 53 años, asistió a todos y, junto a otros dos aspirantes a la presidencia, concentró sus comentarios en atacar duramente la inasistencia de Lula.
Con un nuevo escándalo político golpeando a miembros de su comando de campaña y críticas por esas ausencia a los debates en televisión, Lula consiguió 48,6% de los votos válidos el 1 de octubre, casi en la raya del 50% más uno que necesitaba para alzarse con el triunfo en una primera vuelta.
Ahora deberá medirse el 29 de octubre en un segunda vuelta con Alckmin, que sorpresivamente repuntó y obtuvo 41,6% de los votos válidos en la elección de comienzos de mes.
La misma noche de los comicios del 1 de octubre, asesores de Lula en el comando de campaña anunciaron que el Presidente, quien busca la reelección por otros cuatro años de gobierno, asistiría a todos los debates que se organizaran para la segunda vuelta.
Tanto en el comando del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, como en el de Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en alianza con el derechista Partido del Frente Liberal (PFL), confían en la victoria de sus aspirantes en el duelo televisivo.