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Santiago: Miércoles 04 de diciembre del 2024 | Actualizado 00:35
El candidato socialdemócrata desestimó el grado de acierto de las encuestas.
AFPSAO PAULO.- El candidato opositor Geraldo Alckmin minimizó hoy la última encuesta que amplió la ventaja del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva para el balotaje de las elecciones, y se mostró confiado en volver a "sorprender" como en el primer turno, cuando logró ir a una segunda vuelta.
"La campaña va a comenzar verdaderamente mañana, con los programas gratuitos de radio y televisión. Comenzamos de cero y vamos a crecer de nuevo", dijo Alckmin entrevistado por las radios Bandeirantes y BandNews.
La última encuesta, divulgada hoy por Datafolha, otorga a Lula da Silva el 56% de los votos válidos, frente al 44% que recibe el socialdemócrata Alckmin, ex gobernador de Sao Paulo.
El sondeo fue el primero en realizarse luego del áspero debate televisivo que ambos candidatos sostuvieron el domingo, en el que Alckmin asumió un inédito tono agresivo, con duras acusaciones contra Lula da Silva.
Pese a que el nuevo tono parece no haber dado resultado, el candidato opositor aseguró que mantendrá su postura agresiva durante la campaña.
"El estilo será el mismo: decir la verdad", dijo, aunque evitó usar las palabras agresivo o ataque.
Para reforzar la idea de que confía revertir las previsiones, Alckmin descalificó las encuestas.
"Siempre me gustaron las estadísticas, pero como se equivocaron en el primer turno, una barbaridad, hay que ver en realidad quién se equivocó menos", dijo.
"En mi caso, en el primer turno fue subestimada mi votación, y sobreestimada la de Lula da Silva. Vamos a sorprender nuevamente", afirmó.
En primera vuelta, Lula da Silva obtuvo el 48% de los votos, frente al 41% de Alckmin, pese a que las encuestas otorgaban al Presidente una ventaja de casi 25 puntos 15 días antes de los comicios, el 1 de octubre.
Sin embargo, en ese período estalló un nuevo escándalo de corrupción que golpeó al Partido de los Trabajadores, y se realizó el último debate televisivo del primer turno, al que el Presidente no asistió, lo que provocó duras críticas.
