WASHINGTON.- El Partido Republicano mantendrá su control de las dos Cámaras del Congreso de Estados Unidos tras las elecciones de noviembre, pese al escándalo sexual protagonizado por uno de sus legisladores, Mark Foley, afirmó hoy el Presidente George W. Bush.
En una rueda de prensa en la Rosaleda de la Casa Blanca, Bush aseguró que mantiene sus "predicciones de que tendremos un presidente de la Cámara de Representantes republicano y un líder del Senado republicano".
"Mantendremos el control (del Congreso) porque estamos apoyando las políticas adecuadas de seguridad y de economía", dijo el Mandatario.
Sus declaraciones se producen después de la publicación de una serie de encuestas en los últimos días que indican que la oposición demócrata ha cobrado ventaja en la campaña electoral, debido al descontento popular con la marcha de la guerra en Irak y con el escándalo protagonizado por Foley.
Este congresista dimitió hace casi dos semanas después de que saliera a la luz que había enviado diversos mensajes de contenido sexual explícito a becarios menores de edad en el Congreso.
"Sé que la cuestión de Foley molesta a mucha gente, incluido yo mismo, pero creo que cuando los electores se metan en la cabina (para emitir su voto), estarán pensando en cómo garantizar mejor la seguridad del país frente a un ataque y cómo hacer que la economía siga marchando", afirmó Bush.
Según el Presidente norteamericano, el gobierno republicano ha logrado dar un impulso a la economía y proteger al país desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En la actualidad, los republicanos mantienen el control de ambas cámaras del Congreso y para quedarse con él los demócratas necesitan arrebatarles quince escaños en la Cámara de Representantes y cinco en el Senado.