NACIONES UNIDAS.— Ban Ki-moon, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur quien próximamente asumirá la cabeza de la ONU, dijo que viajará a Pyongyang cuando sea necesario y advirtió que debe dialogarse con los gobernantes de esa nación y no limitarse a implementar sanciones.
El diplomático, quien fue designado para reemplazar a Kofi Annan el primero de enero, dijo que daba la bienvenida a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que impuso sanciones a Corea del Norte por efectuar una prueba nuclear, pues "envió un mensaje muy claro, vigoroso y unificado al régimen de Pyongyang".
No obstante, pidió a los norcoreanos que regresen a la mesa de negociaciones con seis países, donde participaban las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
La resolución, patrocinada por los Estados Unidos, y aprobada ayer de manera unánime por el Consejo de Seguridad, ordena a los países que congelen los fondos y bienes de personas o empresas que ofrezcan respaldo para ayudar a Corea del Norte en sus programas nucleares y de misiles.
También ordena la inspección de todo cargamento que entre o salga de Corea del Norte, para evitar el tráfico ilegal de armas de destrucción masiva o de misiles.
"Espero que Corea del Norte acate esta resolución y que espero que todos los estados miembro de las Naciones Unidas implementen esta resolución a plenitud", sostuvo Ban.