EL VATICANO.- El Papa hizo hoy un llamamiento a los líderes religiosos, a los políticos locales y a la comunidad internacional para que se encuentre una salida a la "gravísima situación de inseguridad y feroz violencia" que vive Irak.
Benedicto XVI también les pidió que apoyen la reconstrucción del país, garantizando los equilibrios entre las diversas poblaciones y en el respeto recíproco.
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano para el rezo del Angelus y envió también un "cordial saludo" y deseos de "serenidad y paz" a los musulmanes, que celebran en estos días la conclusión del Ramadán.
"Envío un cordial saludo a los musulmanes del mundo entero que en estos días celebran la conclusión del mes de ayuno del Ramadán. A todos deseo serenidad y paz", afirmó el Papa, en una demostración más de su "respeto más profundo" por el Islam, como él mismo dijo recientemente en medio de la polémica desatada por sus citas sobre Mahoma y el Islam hechas en Alemania y consideradas "ofensivas" por el mundo musulmán.
El Obispo de Roma agregó que sin embargo esa alegría "contrasta dramáticamente" con las noticias que provienen de Irak, "sobre la gravísima situación de inseguridad y sobre la feroz violencia a la que están expuestos muchísimos inocentes sólo porque son chiíes, suníes o cristianos".
"Suplico a Dios que de la fe y el coraje necesario a los responsables religiosos y a los líderes políticos locales y del mundo para que apoyen a ese pueblo en el camino de la reconstrucción de la patria, en la búsqueda de equilibrios compartidos y en el respeto recíproco y sabiendo que la multiplicidad de sus componentes es parte integrante de su riqueza", señaló el Papa.
Saludo a musulmanes
Benedicto XVI envió además un "cordial saludo" y deseos de "serenidad y paz" a los musulmanes de todo el mundo con ocasión del final del Ramadán.
"Estoy contento de mandar un cordial saludo a los musulmanes de todo el mundo que, en estos días, celebran la conclusión del mes de ayuno del Ramadán", dijo el Pontífice tras el Angelus.
Ante los fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, Benedicto XVI dirigió a todo el Islam deseos "de serenidad y paz.