BAGDAD.- Dos muertos y cinco heridos fue el saldo que dejó una bomba que estalló en un concurrido mercado de la capital, mientras los iraquíes se disponían a terminar el Ramadán, mes de ayuno sagrado musulmán, el más sangriento en Irak desde la invasión liderada por Estados Unidos.
La bomba, colocada bajo un automóvil, golpeó el mercado de Chorja, el más importante de Bagdad, frecuentado en ese momento por personas que compraban regalos, juguetes o ropa para la festividad del Aid al Fitr, con la que se culmina el mes sagrado musulmán.
El mercado de Chorja ya ha sido blanco de otros mortíferos atentados, el último de los cuales causó 24 muertos y 55 heridos el 30 de agosto pasado.
El Ramadán llegará a su fin en las próximas horas con la fiesta del Aid, después de un mes de carnicería feroz incluso para un país sacudido por la violencia como Irak.
Cientos de iraquíes fueron asesinados en ataques sectarios de ambos bandos, mientras las pérdidas entre las fuerzas estadounidenses durante el mes de octubre, alrededor de 80, se acercaron casi al balance total desde comienzos de 2006.
Ayer la violencia se intensificó con varios atentados que costaron la vida a por lo menos 28 personas, la mayoría de ellas civiles, mientras que el Presidente estadounidense, George W. Bush, se reunía con sus comandantes en el país para analizar la alarmante situación.