LA PAZ.- La Policía de Bolivia ha recibido una segunda advertencia sobre un posible atentado contra el presidente, Evo Morales, el próximo 30 de noviembre, reveló hoy la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
El director de la FELCC, coronel Adolfo Espinoza, dijo que la advertencia fue hecha el 18 de octubre pasado desde un teléfono móvil, cuyo propietario ya fue identificado, aunque no está detenido.
La persona que telefoneó a la Unidad Radio Patrullas advirtió que Morales "sufriría un atentado en el que su vida correría peligro de muerte, el 30 de noviembre del presente año’’, en un lugar no precisado, declaró Espinoza a la emisora de radio Fides.
La nueva amenaza fue emitida al día siguiente de que el diario francés "Le Monde’’ publicara una entrevista al gobernante socialista en la que reveló haber recibido una primera advertencia, el 12 de octubre, que le obligó a usar un chaleco antibalas en un acto popular en la céntrica plaza de Los Héroes.
Esa advertencia también fue anónima y con una llamada a la misma unidad policial pero efectuada desde un teléfono público, indicó Espinoza.
Según la denuncia, una veintena de ex policías y ex militares expulsados de sus instituciones iban a perpetrar el magnicidio.
En el segundo caso, las compañías telefónicas certificaron el número y el nombre del propietario, quien ya compareció ante la FELCC y negó haber efectuado la llamada a la policía.
El ciudadano, identificado como Alberto Mamani Yavincha, de 47 años, "no ha sido detenido’’ pero el fiscal encargado de la investigación lo convocó para que se presente mañana, jueves, "para tomar declaraciones y posteriormente que asuma su defensa’’.
En su declaración a "Le Monde’’, el presidente Morales insinuó que detrás de la conspiración para atentar contra su vida estaba el prefecto (gobernador) del departamento oriental de Santa Cruz, Rubén Costas.
El prefecto cruceño rechazó la acusación y demandó del mandatario una explicación.
Desde que asumió el cargo el 22 de enero pasado, Morales ha denunciado frecuentemente que es víctima de planes de conspiración, en los que ha involucrado a algunas trasnacionales petroleras y el gobierno de Estados Unidos.