SEÚL, PEKÍN.- Ignorando las amenazas de Pyongyang, Corea del Sur anunció este jueves las primeras medidas concretas para aplicar las sanciones dispuestas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Corea del Norte por la realización en este país de una prueba nuclear el pasado 9 de octubre.
El gobierno de Seúl decidió impedir la entrada en el país a aquellos representantes de Corea del Norte que estén vinculados a los programas norcoreanos para el desarrollo de armas nucleares y otras armas, anunció el ministro surcoreano de Unificación, Lee Jong Seong, ante una comisión del Parlamento de Seúl.
Asimismo, y en relación con esas personas, también se reforzarán los controles sobre las transacciones y pagos en el marco del comercio intercoreano y sobre las inversiones.
El ministro de Unificación dijo que ya se ha intensificado la inspección de bienes y materiales que son embarcados a Corea del Norte, para impedir el suministro, la venta o la transferencia de artículos de lujo destinados al vecino país comunista.
En las medidas punitivas, Seúl se atendrá a la lista de "personas y sus familias" que está preparando en la actualidad un comité de sanciones del Consejo de Seguridad.
El anuncio surcoreano fue precedido por la advertencia que hizo ayer Corea del Norte de que tomaría represalias contra Corea del Sur si este país secundaba la iniciativa encabezada por Estados Unidos de imponer sanciones internacionales a Pyongyang.
"Al líder de Corea del Norte le gusta amenazar", dijo el el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, durante una conferencia de prensa en Washington que se centró en Irak.
Las amenazas están dirigidas a probar la "voluntad" de los otros cinco países que participan en las conversaciones a seis bandas sobre el programa nuclear norcoreano, indicó Bush. Las negociaciones, en las que además de Estados Unidos y Corea del Norte participan Corea del Sur, China, Japón y Rusia, están suspendidas desde hace alrededor de un año.
Entretanto, el Presidente de China, Hu Jintao, y su homólogo francés, Jacques Chirac, instaron nuevamente a Corea del Norte a retornar de inmediato a las conversaciones a seis bandas para negociar un cese de su programa de armamento nuclear.
Tras una reunión en Pekín, ambos mandatarios expresaron "seria preocupación" por el anuncio del país de su prueba nuclear del 9 de octubre, que va en contra del objetivo de crear una península coreana libre de armas nucleares. También se opone a los esfuerzos internacionales para la no proliferación de armas atómicas, dice una declaración conjunta.
Un informe del Ministerio de Defensa surcoreano difundido hoy dice que Corea del Norte posiblemente posee suficiente plutonio para fabricar hasta siete bombas atómicas. Además, el país trabaja en un proyecto para reducir el tamaño de las ojivas nucleares para que puedan ser montadas en misiles balísticos, señaló un legislador de la oposición citando el reporte.
Corea del Norte probó en julio siete misiles, entre ellos también uno de largo alcance del tipo Taepodong-2, que según estimaciones de los servicios secretos estadounidenses podrían llegar hasta territorio norteamericano.
La búsqueda de una solución pacífica del conflicto nuclear con Corea del Norte también será un punto central de las conversaciones que el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur y futuro secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, mantendrá mañana con la dirigencia china durante una visita a Pekín.
El Consejo de Seguridad de la ONU decidió una serie de sanciones contra Pyongyang por su prueba nuclear del 9 de octubre, entre las que figuran limitaciones de viajes de funcionarios y un embargo de armas.