LIMA.- El ex presidente peruano Alberto Fujimori ordenó que el actual jefe de Estado, Alan García Pérez, fuera capturado "vivo o muerto’’ durante el autogolpe del 5 de abril de 1992, reveló este viernes su ex esposa Susana Higuchi, según informó el procurador anticorrupción Omar Chehade.
Indicó que Higuchi señalo ante la Corte Suprema que procesa al ex mandatario y a 13 ex ministros por la interrupción del orden constitucional, que escuchó a Fujimori preguntar a su asesor Vladimiro Montesinos y al jefe del Servicio de Inteligencia de Ejército (SIE), un coronel de apellido Pinto, "si todo estaba listo para capturar vivo a muerto al ex presidente García (1985-1990)’’.
La reunión de Fujimori con Montesinos y el coronel Pinto se produjo el 3 de abril -dos días antes del autogolpe- en el local del SIE en el Cuartel General del Ejército, en donde también estaba presente la señora Higuchi, dijo Chehade a la prensa.
La ex primera dama informó además que días antes del 5 de abril de 1992, el ex ministro de Relaciones Exteriores Augusto Blacker Miller -actualmente prófugo- sugirió a Fujimori que "patee el tablero’’, al considerar que en el país se vivía una situación política inestable afectada por la convulsión social y el terrorismo.
El 5 de abril de 1992, y con el respaldo de las Fuerzas Armadas, Fujimori clausuró el Congreso, intervino el Tribunal de Garantías Constitucionales, el Ministerio Público y el Poder Judicial, medios de comunicación.
Además, se detuvo a periodistas, dirigentes políticos y sociales.
En la audiencia, Higuchi, quien acudió en calidad de testigo, aseguró que se sintió secuestrada durante el tiempo que vivió en los ambientes del ex Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) tras el golpe de abril, por disposición de su ex esposo.
El Ministerio Público ha solicitado para el ex presidente Fujimori (1990-2000) 20 años de cárcel y penas que oscilan entre 12 y 18 años para los ex integrantes del gabinete ministerial.
Fujimori vive en libertad condicional en Santiago. El ex presidente pasó seis meses preso en la escuela de Gendarmería hasta mayo pasado, cuando un juez revocó su detención que rigió desde que arribó en noviembre de 2005 tras cinco años de exilio en Tokio.