SAO PAULO.- El candidato socialdemócrata Geraldo Alckmin usó todas sus municiones contra el Presidente Luiz Inacio Lula da Silva en una férrea ofensiva, que incluyó la acusación de la privatización de la Amazonia, en el última debate previo a la elección presidencial de mañana.
El ex gobernador de Sao Paulo intentó descontar con fuego a discreción el amplio favoritismo de su adversario del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), al que las últimas encuestan le asignan una ventaja de más de 20 puntos porcentuales de los votos válidos a dos días de los comicios.
Durante el enfrentamiento de poco menos de dos horas, Alckmin acusó a Lula de aprobar una ley que "permite hacer concesiones a la iniciativa privada, para empresas brasileñas y extranjeras por treinta años, pudiendo prorrogar por treinta más, es casi la privatización de la Amazonia".
Lula contestó que "esa ley fue aprobada por el PT, por el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) y por todos los otros partidos políticos porque es una ley necesaria para acabar con la invasión de la selva", en la primera discusión entre los candidatos sobre cuestiones ambientales.
El opositor insistió además, con la habitual postura incisiva de la campaña posterior a la primera vuelta del 1 de octubre, en temas como corrupción, bajo crecimiento, desempleo, situación de la salud y la educación, y otros.
Alckmin reiteró que los escándalos de corrupción "comenzaron en el palacio (presidencial) del Planalto", que "el pueblo está indignado con lo que pasa hace años en el país y continúa pasando", y que "el dinero de la corrupción es el que falta en la escuela, e el hospital, en el saneamiento".
Lula, que mantuvo una posición defensiva durante casi todo el debate, rebatió a su rival: "la corrupción aparece porque nosotros empezamos a investigar" y "nadie hizo tanta investigación (sobre corrupción en el pasado) como nosotros estamos haciendo".