PARÍS.- Una joven de 26 años que presenta el 60% de su cuerpo quemado, se debate entre la vida y la muerte luego de que unos adolescentes incendiaran un autobús, indicaron fuentes policiales y de los servicios de socorro franceses.
En una jornada de relativa calma, nueve policías heridos, dos autobuses incendiados y decenas de automóviles calcinados dejaron los incidentes registrados desde la madrugada del sábado en los suburbios franceses un año después del estallido de una ola de violencia que sacudió Francia.
"Una mujer de 26 años resultó quemada de gravedad y fue internada en el servicio de reanimación del hospital de la Concepción. Otras tres personas han sido afectadas por el humo y han sido llevadas al hospital Lavéran", indicaron los bomberos de Marsella.
Hacia las 21:15 horas locales (19:15 horas GMT), en un barrio periférico "no especialmente afectado por actos de violencia", dijeron los bomberos, tres adolescentes se subieron al autobús forzando las puertas, según la decena de viajeros presentes, lo rociaron con un líquido inflamable y prendieron un fósforo.
Tres policías resultaron heridos la tarde del sábado en los enfrentamientos que mantuvieron con varias decenas de encapuchados que arrojaron piedras y cócteles molotov a la policía en una localidad de la periferia sur de París.
La noche del viernes al sábado "fue relativamente tranquila", anunció la dirección general de la policía nacional, que desplegó refuerzos para evitar que los incidentes se desbordasen.
En un comunicado, el Ministerio del Interior subrayó que "se han registrado pocos incidentes durante la noche del 27 al 28 de octubre", nada comparable con las tres semanas de violencia que estremecieron el país del 27 de octubre al 20 de noviembre de 2005.
En total, se realizaron unas 50 detenciones, 34 de ellas en la región de París, según el último balance policial difundido esta tarde.
El diario Le Monde aseguró que "277 vehículos fueron incendiados en el conjunto del territorio" francés, lo que supondría el triple de la media habitual, que el diario estima de "70 a 100 vehículos diarios quemados en Francia". La policía y el Ministerio de Interior no se pronunciaron.
Unos cincuenta vehículos ardieron en dos departamentos del extrarradio parisino, según las cifras oficiales.
El número de incendios se situó en una nivel "casi normal" o "ligeramente superior a lo habitual, sin más", según diversas fuentes.
Dos autobuses fueron quemados, tras bajar los viajeros, en la localidad de Blanc-Mesnil, al noreste de París. Otro autobús, sin pasajeros, fue blanco de bolazos de petanca en Trappes, en la periferia oeste de la capital.
Al margen de París, los incendios se concentraron sobre todo en Toulouse (suroeste), Saint-Etienne (este), Lyon (centro-este) y Mulhouse (este), también en Lille y Roubaix (norte).
Policías y bomberos fueron atacados en Clichy-sous-Bois, al noreste de París, donde estallaron los disturbios el año pasado, en Meaux (sur) y en Toulouse (sur) cuando intervenían "para evitar los desperfectos e incendios de vehículos", según el Ministerio del Interior.
Las fuerzas de seguridad también fueron blanco de "encerronas" en suburbios donde los habitantes se quejan de sufrir controles reiterados debido a "sus fisonomías".
Unos 4.000 policías fueron movilizados el viernes por la noche en los barrios periféricos para prevenir un nuevo estallido de violencia.
El 27 de octubre de 2005, dos adolescentes de 15 y 17 años de Clichy-sous-Bois fallecieron electrocutados al refugiarse en un transformador cuando huían de la policía, lo que provocó tres semanas de violencia que dejaron más de 10.000 automóviles incendiados y decenas de edificios públicos destrozados.
La revuelta de 2005 puso de manifiesto las deficiencias del modelo social francés y mostró la exclusión que sufren estos barrios, habitados en gran parte por inmigrantes del Magreb y del África subsahariana.