OAXACA.- Más de un centenar de policías federales ingresó hoy por el lado oeste de Oaxaca (sur de México) apoyado por tanquetas y desmontó una barricada, sin toparse con manifestantes opositores que tienen ocupada gran parte de la ciudad.
Los policías entraron por el sector de la ciudad donde llega la carretera que une Oaxaca con la capital mexicana, pero la radio Universidad reportó a su vez que otro contingente entraba desde el aeropuerto, también sin encontrar resistencia.
Una decena de vecinos que se acercó al lugar cuando vio a los uniformados en el sector oeste de la ciudad gritó "no queremos represión", mientras una cifra similar aplaudía la acción policial.
La Policía Federal Preventiva (PFP) comenzó a actuar luego de que el gobierno nacional exigiera ayer a la Asamblea de los Pueblos de Oaxaca (APPO, izquierda) la devolución "inmediata" de la convulsionada ciudad, ubicada a 450 kilómetros al sur de la capital mexicana.
Antes, contingentes policiales habían llegado a Oaxaca por orden del Presidente Vicente Fox, luego de que el viernes se registrara la jornada más violenta desde que comenzó el conflicto, con un saldo de tres muertos, uno de ellos un camarógrafo estadounidense, que elevó a ocho la cifra total de fallecidos.
"Se mantienen las barricadas, pero la orientación es no confrontarse de ninguna manera con la policía", dijo Florentino López, portavoz de la APPO, la organización que lidera la protesta en reclamo de la renuncia del gobernador del estado, Ulises Ruiz.
López señaló que cuando la policía llegue a las cientos de barricadas diseminadas por la ciudad de 600.000 habitantes y sus alrededores "se replegarán los compañeros".
El vocero señaló que en el transcurso de anoche se acordó iniciar "una mesa de diálogo que se va a establecer en Ciudad de México esta tarde".
El conflicto se desató el 22 de mayo pasado con una huelga docente -que será levantada el lunes- y se amplió el 14 de junio tras una violenta represión, sumándose la APPO a la protesta que exige la renuncia de Ruiz.
Los activistas, tanto docentes como integrantes de la APPO, han insistido en que la demanda de la renuncia de Ruiz "no es negociable" y que está al margen del regreso a clases.
Florentino López había asegurado que hoy se instalaría una mesa de negociación en Ciudad de México para tratar con Gobernación (Interior) la renuncia de Ruiz, la liberación de los activistas presos desde que se inició el conflicto, el castigo a los responsables de las muertes registradas en Oaxaca y la retirada de la PFP.
Flavio Sosa, dirigente de la APPO, precisó más tarde que una comisión independiente del movimiento, encabezada por el obispo emérito Samuel Ruiz -reconocido por su participación en las negociaciones con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional-, propuso establecer una mesa en Ciudad de México hoy o mañana.
Tras la negociación con los maestros en la que se acordó el regreso a clases, el secretario de Gobernación (Interior), Carlos Abascal, se limitó a pedirle al gobernador Ulises Ruiz que actúe con "prudencia".