JERUSALEN.- El presidente israelí, Moshé Katzav, sospechoso de violación y acoso sexual, proclamó este domingo su inocencia y dijo que se niega a dimitir, después de que se lo pidiera el fiscal general, encargado de dictar una eventual inculpación.
"Soy víctima de una baja campaña de calumnias y no hay que dejar que un linchamiento mediático afecte a la investigación que se lleva a cabo. Tengo la intención de luchar hasta el final para demostrar mi inocencia", declaró Katzav en un comunicado.
El presidente dijo que no tiene intención de dimitir "en este momento" y añadió que quiere "esperar la decisión" sobre su eventual inculpación por parte del consejero jurídico del gobierno, Menahem Mazuz, que también es el fiscal general.
Los defensores del presidente hicieron saber que dimitirá de inmediato si es acusado formalmente. El fiscal general de Israel había pedido horas antes a Katzav que renunciase temporalmente. "Teniendo en cuenta la particular posición del presidente del Estado, que simboliza la soberanía del Estado, sería juicioso que el presidente pronunciara su autosuspensión", señaló el fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, en un dictamen.
Esta renuncia provisional sería "el reflejo de lo que espera la opinión (pública) de la institución de la presidencia del Estado y de la confianza que deposita en ella, añadió. "La Knesset (Parlamento), única (instancia) habilitada a pronunciarse sobre el final del mandato del presidente, debería contemplar el uso de sus prerrogativas en función del camino que haya elegido el presidente", agrega el dictamen.
El procedimiento de destitución prevé la reunión de una comisión especial de 20 diputados del Parlamento para un debate en presencia del presidente o de su representante. Para que la destitución sea efectiva, es necesario que el 75% de los miembros de esta comisión especial se pronuncien en favor de esta medida y que sea aprobada después en sesión plenaria por un mínimo de 90 del total de 120 diputados de la Cámara.
El pasado 22 de octubre, la Corte Suprema de Israel dio un plazo de una semana a Mazuz para que explicara los motivos por los cuales el presidente no había presentado su dimisión o pedido su suspensión, pero por el momento no se ha pronunciado.
Al cabo de una investigación de tres meses, la policía israelí recomendó el procesamiento de Katzav por violación y acoso sexual, entre otros delitos. Desde entonces, Katzav actúa como si nada hubiera sucedido. El presidente clama su inocencia y dice ser víctima de un "complot" y de una "campaña de calumnias".
Si fuese inculpado por Mazuz, el presidente podría ser condenado a entre tres y 16 años de prisión.
Varios ministros, en particular la canciller, Tzipi Livni, y el titular de Educación, Yuli Tamir, pidieron públicamente su dimisión al considerar que no podía asumir digna y eficazmente sus funciones mientras esté acusado de obstruir a la justicia, perjurio y prevaricación. El mandato de Katzav expira en julio de 2007.