CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI ha asegurado hoy que "el ejemplo de los santos" invita a los católicos a seguir "sus mismos pasos" durante la homilía pronunciada en la Basílica de San Pedro con motivo de la celebración hoy de la festividad de Todos los Santos.
"Los santos no son una casta exigua de elegidos, sino una muchedumbre sin número hacia la que la liturgia eleva hoy su mirada", explicó el Pontífice, que ofició la misa en el interior de la Basílica, después de que hoy amaneciera un día fresco y lluvioso en Roma.
Tras reconocer que a la Iglesia "no le faltan hijos tercos e, incluso, rebeldes", Joseph Ratzinger dijo que es "en los santos" en los que "ella reconoce sus comportamientos característicos y donde saborea su alegría más profunda".
"Mirando el luminoso ejemplo de los santos, despierta en nosotros el deseo de la santidad", agregó el Obispo de Roma, que preguntó entonces "¿qué es la santidad?".
Y él mismo contestó que "para ser santo no hace falta cumplir acciones y obras extraordinarias, ni poseer carismas excepcionales", sino que "es necesario simplemente ’servir’ a Jesús, escucharlo y seguirlo sin perder el ánimo frente a la dificultad".
Benedicto XVI explicó a sus seguidores que "la experiencia de la Iglesia demuestra que toda forma de santidad, aunque siga caminos distintos, pasa siempre por la cruz".
Aseguró que, sin embargo, "la historia muestra que no existe obstáculo y dificultad que pueda detener el camino del cristiano que sigue la huella de Cristo".
Según el Papa, "el ejemplo de los santos anima a seguir sus pasos, a experimentar la alegría de quien confía en Dios, porque la única verdadera causa de tristeza e infelicidad para el hombre es vivir lejos de El".
Pero Benedicto XVI advirtió que ese esfuerzo y esa alegría que produce el camino de la santidad no deben hacer creerse "superiores a los otros".
"Al contrario, la conciencia de esta elección (...) debe suscitar sentimientos de humildad y vivo reconocimiento", añadió.
Poco después de la misa, el Papa se asomó al balcón de su apartamento en El Vaticano para rezar el Angelus con los miles de peregrinos que hoy se han acercado a San Pedro.
Ratzinger les recordó que "hoy se celebra Todos los Santos y mañana el Día de los Difuntos" y dijo que ambas festividades "ofrecen la oportunidad de pensar sobre la vida eterna".
A ese respecto, Benedicto XVI preguntó si "¿el hombre moderno espera aún la vida eterna o cree que ésta pertenece a una mitología ya superada?".
El Papa respondió que "ahora más que antes en el pasado, (el hombre moderno) está tan absorbido por las cosas terrenas que difícilmente llega a pensar en Dios como protagonista de la historia y de nuestra vida".
Y luego explicó: "’vida eterna’ significa para nosotros los cristianos no sólo una vida que dura siempre, sino una nueva calidad de existencia, plenamente llena del amor de Dios, que libera del mal y de la muerte y que nos pone en comunión sin fin con todos los hermanos y hermanas que participan en el mismo Amor".