ARECIBO, Puerto Rico.- Científicos y expertos en observación espacial siguen monitoreando al asteroide Apophis, una roca de más de 300 metros de diámetro descubierta en 2004 y que se acerca a la Tierra contra la que podría impactar en el año 2029 ó 2036, con un efecto superior al de 20.000 bombas atómicas.
Según las investigaciones de la NASA, la probabilidad de que Apophis choque contra la Tierra es de 1 en 300, motivo más que suficiente para seguir de cerca el camino trazado por el asteroide.
De acuerdo a las proyecciones hechas por la agencia espacial norteamericana, la órbita de la roca se cruza con la de la Tierra y el 13 de abril de 2029 podría pasar cerca del planeta.
Los astrónomos siguen atentos su trayectoria en el Observatorio de Arecibo, el más potente del mundo, dotado con un enorme plato receptor y que está en Puerto Rico.
El asteroide Apophis, que originalmente fue conocido como 2004 MN4, fue descubierto el 19 de junio de 2004, y los investigadores de Arecibo encontraron que orbita alrededor del Sol. Según estos mismos, pasará cerca de la Tierra a unos 40.000 kilómetros, dentro de 23 y 30 años. Sin embargo, la NASA había estimado en 2004, sin total precisión, que pasará al menos al doble de la distancia entre la Tierra y la Luna, es decir, 780 mil kilómetros.
"La mayoría de los asteroides pasan mucho más lejos y cuando tenemos un asteroide a una distancia como ésta, que es mucho más pequeña que la distancia entre la Tierra y la Luna... hay que vigilarlo", dijo el jefe de Educación del Observatorio, el astrónomo José Alonso.
El experto explicó que si Apophis continúa en la misma trayectoria no habrá que preocuparse, pero "si tiene una pequeña colisión con otro asteroide, un pequeño roce podría desviar su trayectoria un poquitito, lo suficiente para que entonces sí nos alcance".
"Es una roca gigantesca y a la velocidad que viaja, si impacta en la Tierra generaría una explosión que sería más poderosa que 20.000 bombas atómicas", previno, y aunque eso no supondría que el planeta azul se fuera a "romper en pedazos", tendría un efecto devastador en el clima y todas las formas de vida.
La NASA decidirá en el año 2013 si envía una misión al asteroide para colocarle un transmisor y seguir su órbita.
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