El presidente Yalal Talabani declaró a través de un portavoz que no comentaria el fallo, aunque calificó el accionar de los tribunales como "justo".
APBAGDAD.- Su declinación a comentar la condena a muerte de Saddam Hussein manifestó el presidente de Irak, Yalal Talabani, señalando que el ex dictador aún puede presentar una apelación al fallo.
A través de un portavoz, Talabani ha manifestado que no quiere que palabras suyas puedan ser tomadas como una injerencia en asuntos que sólo competen a la justicia, cuya labor calificó como totalmente independiente, mientras que al proceso lo calificó como "justo" y acorde con el ordenamiento judicial del país.
La reacción del mandatario adquiere importancia no sólo por su posición, sino también porque es el encargado de "firmar" las condenas a muerte que determinen los tribunales de su país, cuestión que hasta ahora no ha hecho, ya que cada vez que se ha visto en la situación ha autorizado a alguno de sus adjuntos para que ratifiquen las sentencias. Esto debido a que Talabani ha firmado llamamientos internacionales a poner fin a la pena capital.
La templada actitud de Yalal Talabani contrasta diametralmente con la del primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, quien estimó que la condena a muerte a Saddam Hussein marca el fin de "un período negro" en la historia del país.
En declaraciones a la televisión pública Iraqia, Al Maliki no escondió su satisfacción, agregando que "las familias de las víctimas (del régimen de Saddam Hussein) y todos los iraquíes tienen derecho a alegrarse".
El primer ministro consideró que esta decisión judicial "será una lección para todos los criminales y terroristas: también ellos serán perseguidos por la Justicia", y que con ella "empieza una etapa nueva en la que domina el orden y todos somos iguales".
Al referirse a Hussein, Al Maliki lo calificó como "el peor gobernante de la historia de Irak, un asesino sin par de miles de personas".